Algunas veces siento que naufrago en el mar tempestuoso de la vida, dejando en cada legua un rezago, generándome múltiples heridas.
Mi voluntad se encuentra en el fondo de aquel abismo azul interminable, lentamente se fue desmoronando, transmutandome en un ser miserable.
Predecir el movimiento de las olas es una cometido casi inalcanzable, al igual que está sociedad gilipolla, que se reusa a ser más responsable.
Lanzar el ancla para estar estable puede ser una opción perjudicial, la existencia se nutre de lo variable, de nuestro continuo cambio espiritual.
Otros logran emerger de la marea, aprovechándose de su pasividad, pero si la existencia algo nos enseña es lo pasajera que es la tranquilidad.
Muchas gracias a todos por su apoyo, espero que mi trabajo les guste tanto a ustedes como a mi. Si desean ver un poco más de mi contenido, abajo les dejó algunos poemas para su deleite: