La luna fue nuestra complice siliente cuando todo cambio particularmente, nuestros cuerpos se dejaron llevar por el deseo que no se podía socavar.
La dinámica nunca volvió a ser igual, estábamos buscando algo más casual, pero la sinfonía intelectual y sexual terminó con nuestro trato consensual.
Tejimos el futuro a base de esperanza, depositamos en el otro la confianza, nos volvimos de a poco en un refugio para escapar de cualquier infortunio.
Nuestras mentes eran libros abiertos, en el otro nos volvimos unos expertos, comprendía tu felicidad y tu dolor, dándole a cada faceta su debido valor.
Las horas de soledad desaparecieron, el destino no sabe como nos unieron, dos renegados por decisión propia con una desconfianza bastante notoria.
Y aunque no todo el tiempo es sencillo, guardamos varias mañas en el bolsillo, éste encaje es tan sumamente perfecto que logró dejar atrás nuestros defectos.
Muchas gracias a todos por su apoyo, espero que mi trabajo les guste tanto a ustedes como a mi. Si desean ver un poco más de mi contenido, abajo les dejó algunos poemas para su deleite: