Español
Mi vieja amiga de madera
Estoy acostado en esta cama que en los últimos años se ha convertido en mi confidente, mi compañera, la que sabe mis penas y que sobre aquel colchón desgastado, mis lágrimas han caído, penetrándose en cada fibra del poliéster.
Durante años esta cama se ha convertido en mi sostén, un apoyo a mi frágil cuerpo que se ha ido desgastando en cada célula. Yo mismo soy un esqueleto viviendo cada día en una agonía constante y en una súplica a la pelona huesuda, que me lleve hasta donde el dolor no existe, y el cuerpo ya no es más, solo un recuerdo de una existencia mortal.
Espero lo inevitable, veo cada día desde este trono impuesto a fuerza, no por voluntad humana sino por un destino trágico, agónico e ineludible. Oh, compañera de mis penurias, me parece escuchar consuelos desde aquel cedro color miel. Tú me abrazas brindándome tu abrigo en aquellas noches de lluvia y frío, que penetra los huesos.
En aquella aparente soledad, las almohadas son mis confidentes. Me parece escuchar el latido de mi vieja amiga de madera... no puede ser... está viva... O tal vez es una de mis alucinaciones, esas que se han vuelto habituales en este estado actual en el que me encuentro, delirios que florecen más a menudo y me desconectan de la realidad tangible, intangible.
Mi vieja amiga de madera, porque la vida me ha llevado a este punto, de no retorno, solo seguir adelante, medio destruido por la inclemencia de la vida, con el demonio del dolor hundiendo su tridente en el estómago con una fuerza terrible, tanto, que me hace desmayar por momentos. Las súplicas son sollozos que se pierden en la de madera.
El demonio no da tregua en la noche y lo veo, al maldito, riéndose mostrando aquellos colmillos. El desgraciado cumple bien su trabajo nocturno, me martiriza entre los insomnios, y las calenturas de la mente. Cada noche es una batalla que al salir el sol por aquel horizonte desgastado, parece una bendición. Descanso con mi amiga de madera, ella ha estado ahí en aquellas batallas nocturnas, donde parece que me voy, pero sigo resucitando en cada mañana mentolada.
En el día duermo el sueño de los justos, entregándome por pocos al otro lado, una transición necesaria, porque ya no puedo estar más aquí. En una pobre pantomima de ser humano, mi figura se ha convertido. En un momento de lucidez, de aquellos poco ya, derramó las lágrimas sobre mi vieja amiga de madera, y la abrazo con una nostalgia de años, que parecen siglos.
Ay, amiga mía, compañera incondicional, para los demás serás un pedazo de madera, una cama, un simple mueble de la casa, pero para mí eres una gran amiga, que entre sus sabanas de colores escondes todos mis secretos.
Amiga de madera, en estos días he visto a la pelona cadavérica. Sus cuencas oscuras me miran fijamente y me pierdo en aquella oscuridad pesada, asfixiante. Ella sonríe con aquellos dientes sin carne, sin labios, saca una pluma de fuego tan incandescente como el sol y escribe algo en un papiro tan viejo como la vida misma. Levanta su mano huesuda y su índice me apunta.
Ay, mi amiga de madera, ya siento que el aliento me abandona y mi alma se despega del cuerpo, de a pocos. Al pie de la cama aparece la pelona, siento un dolor profundo y un escalofrío que recorre cada resquicio del ser. Convulsiono entre dolores. El sudor recorre mi frente, es frío. Mis pupilas se dilatan al máximo y en estas se refleja mi amiga de madera, que parece llorar, mientras mi agonía hace extinguir mi flama.
Respiro mis últimas bocanadas de aire. Los últimos sollozos salen desapercibidos. En ese shock de muerte, abro mi mano y me despido de mi amiga, que fue mi refugio, me dio su calor. Un último aliento y me desvanezco en la vida, desaparezco de la existencia, ya no existo más.
Es hora de volar y trascender. No hay más dolor, no hay olvido, solo un descanso eterno que va más allá del tiempo y la realidad. Mi amiga de madera queda como testigo mudo de una existencia martirizada por el dolor, y la angustia de vivir en un estado indefenso e indigno.
Serviste bien mi amiga de madera, gracias por siempre, por toda una vida y otra existencia más.
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English
#### My old wooden friend
I am in this bed that in recent years has become my confidant, my companion, the one who knows my sorrows and on whose worn mattress my tears have fallen, penetrating every fiber of the polyester.
For years, this bed has been my support for my fragile body, which has worn away cell by cell. I am a skeleton living each day in constant agony, begging the bony grim reaper to take me to a place where pain does not exist and the body is no more than a memory of a mortal existence.
I await the inevitable, watching each day from this throne imposed on me by force, not by human will but by a tragic, agonizing, and inescapable fate. Oh, companion of my hardships, I seem to hear words of comfort from that honey-colored cedar. You embrace me, offering me your warmth on those cold, rainy nights that penetrate my bones.
In that apparent solitude, the pillows are my confidants. I seem to hear the heartbeat of my old wooden friend... it can't be... she's alive... Or perhaps it is one of my hallucinations, those that have become commonplace in my current state, delusions that flourish more often and disconnect me from tangible, intangible reality.
My old wooden friend, because life has brought me to this point of no return, only to move forward, half destroyed by the harshness of life, with the demon of pain sinking his trident into my stomach with such terrible force that it makes me faint at times. My pleas are sobs that are lost in the wood.
The demon gives no respite at night and I see him, the damned one, laughing and showing his fangs. The bastard does his nightly work well, tormenting me with insomnia and the fever of my mind. Every night is a battle that, when the sun rises over that worn horizon, seems like a blessing. I rest with my wooden friend, she has been there in those nightly battles, where it seems I am leaving, but I keep coming back to life every minty morning.
During the day I sleep the sleep of the righteous, giving myself over to the other side for a few moments, a necessary transition, because I can no longer be here. My figure has become a poor pantomime of a human being. In a moment of lucidity, one of those few that remain, I shed tears over my old wooden friend, and I embrace her with a nostalgia for years that seem like centuries.
Oh, my friend, my unconditional companion, to others you may be a piece of wood, a bed, a simple piece of furniture in the house, but to me you are a great friend, who hides all my secrets between your colorful sheets.
My wooden friend, these days I have seen the grim reaper. Her dark eye sockets stare at me and I lose myself in that heavy, suffocating darkness. She smiles with those fleshless teeth, without lips, takes out a pen of fire as incandescent as the sun and writes something on a papyrus as old as life itself. She raises her bony hand and points her index finger at me.
Oh, my wooden friend, I can already feel my breath leaving me and my soul slowly detaching from my body. At the foot of the bed, death appears. I feel a deep pain and a chill that runs through every fiber of my being. I convulse in pain. Sweat runs down my forehead; it is cold. My pupils dilate to their maximum and my wooden friend is reflected in them, seeming to cry, while my agony extinguishes my flame.
I take my last breaths of air. My final sobs go unnoticed. In that shock of death, I open my hand and say goodbye to my friend, who was my refuge and gave me her warmth. One last breath and I fade away from life, disappearing from existence, no longer existing.
It is time to fly and transcend. There is no more pain, no more forgetting, only an eternal rest that goes beyond time and reality. My wooden friend remains as a silent witness to an existence tormented by pain and the anguish of living in a defenseless and undignified state.
You served me well, my wooden friend. Thank you forever, for a lifetime and another existence.
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Fuente de la imagen de portada:
[Fuente 1](https://pixabay.com/es/illustrations/ai-generado-anciano-hombre-cama-9035446)
[Fuente 2](https://pixabay.com/es/illustrations/ai-generado-muerte-cr%C3%A1neo-esqueleto-9076128)
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