Español
Un día quise ser poeta
Un día quise ser poeta y escribir lo que en mi cabeza anidaba, aquello que como pájaros y murciélagos revoloteaban incesantes, sin descanso.
Un día quise ser poeta y elevarme sobre todas las reales que ofuscan, que oprimen los sentimientos, que esclavizan a vivir en un mundo oscuro, sin razón de ser, apegado a un sistema, que solo busca construir moldes de seres humanos, todos iguales, sumisos.
Un día quise ser poeta y pintar con mis versos la oscuridad de la tristeza, con colores metamórficos, irreales, mágicos, llenos de sentimiento que se han perdido en la modernidad fría de seres inertes, zombificados.
Un día quise ser poeta y hacer de mi vida algo que valiera la pena. Un caminar por este mundo casi simplista, casi sin razón. Volar por las nubes polucionadas del desamor, romper con el aire corroído de antipatía.
Un día quise ser poeta y hacer el amor con versos estructurados a los ojos incautos, faltos de ternura y cariño. Crear magia, no de la que engaña, sino de la que transforma y encanta el alma.
Un día quise ser poeta y hacer revolución, sublevarme ante la injusticia que nace del egoísmo y la codicia, utilizando la pluma como arma y la denuncia como la muerte para aquellos, que quieren adueñarse del mundo y de la vida de los sufrientes.
Un día quise ser poeta, no para tener fama o dinero, solo para sentirme libre y volar por entre cumulonimbos de sueños. Sentir como mi felicidad fluye ante la sinestesia de la vida y que me lleva por aquellos pasillos inexplorados. Desconocidos.
Un día quise ser poeta y acariciar el romanticismo, que tan escaso es en mi vida. Una pizca de enamoramiento en letras. Pasiones que acarician mi alma con versos, en un orgasmo de poemas emocionales. Sentidos.
Un día quise ser poeta y salirme del hilo de la producción en masa, de la fila social que nos quita el ser yo y nos junta a todos en una igualdad perpleja de sentires impuestos. Una obligación a ser una falange, sin identidad.
Un día quise ser poeta para llorar con versos, ya que mis ojos se han secado de lágrimas. Mi corazón ha dejado de latir con gallardía y su pulso lento solo es muestra de que una muerte llega sin remediar, pronto.
Un día quise ser poeta y vivir nuevamente, con pasión estremecedora, agitando cada célula, desde cada átomo hasta millones de ellas. Levantarme entre líneas que son un poco mi existir, un poco mi yo, desde lo emocional hasta un orgullo por vivir con lo que enarbola el alma.
Un día quise ser poeta, pero no de nombre, no de llamado, sino recreando en cada letra un anagrama de la verdadera esencia del bardo. Extender la existencia después de la muerte y vivir en cada verso impreso en el libro de la vida por siempre. Sin olvido.
Un día quise ser poeta y moldear opiniones con poesías verdaderas, tácitas e impertinentes. Agregando la travesura de un niño en las metáforas floridas como rosas en un campo literario.
Un día quise ser poeta, ¿lo logré? No lo sé. Solo sé que la existencia no fue en vano, porque el corazón latió con cada verso, se alegró con cada poema, lloró con cada letra que me definía y amó con intensidad cada creación, como un hijo que luego crece y se convierte en una extensión de la existencia, por todos los tiempos.
Un día quise ser poeta. Quise poeta ser un día, o muy lejano, tal vez cerca en este instante, en este estado existencial donde mi corazón late feliz, moviendo el grafito por la hoja virgen, dando vida a mi misma existencia. Hoy por siempre poeta, hasta la muerte, hasta el infinito. Un día....
***
***
English
#### One day I wanted to be a poet
One day I wanted to be a poet and write down what was nesting in my head, what fluttered incessantly, without rest, like birds and bats.
One day I wanted to be a poet and rise above all the realities that obscure, that oppress feelings, that enslave us to live in a dark world, without reason, attached to a system that only seeks to build molds of human beings, all the same, submissive.
One day I wanted to be a poet and paint with my verses the darkness of sadness, with metamorphic, unreal, magical colors, full of feelings that have been lost in the cold modernity of inert, zombified beings.
One day I wanted to be a poet and make my life worthwhile. A walk through this almost simplistic world, almost without reason. To fly through the polluted clouds of indifference, to break through the corroded air of antipathy.
One day I wanted to be a poet and make love with structured verses to unwary eyes, lacking in tenderness and affection. To create magic, not the kind that deceives, but the kind that transforms and enchants the soul.
One day I wanted to be a poet and start a revolution, to rise up against the injustice born of selfishness and greed, using my pen as a weapon and denunciation as death for those who want to take over the world and the lives of the suffering.
One day I wanted to be a poet, not for fame or money, but just to feel free and fly through cumulonimbus clouds of dreams. To feel my happiness flow before the synesthesia of life and take me down those unexplored corridors. Unknown.
One day I wanted to be a poet and caress romanticism, which is so scarce in my life. A pinch of infatuation in letters. Passions that caress my soul with verses, in an orgasm of emotional poems. Feelings.
One day I wanted to be a poet and break away from the thread of mass production, from the social line that takes away our individuality and brings us all together in a perplexing equality of imposed feelings. An obligation to be a phalanx, without identity.
One day I wanted to be a poet to cry with verses, since my eyes have dried up of tears. My heart has stopped beating gallantly, and its slow pulse is only a sign that death is coming soon, without remedy.
One day I wanted to be a poet and live again, with thrilling passion, stirring every cell, from every atom to millions of them. To rise between lines that are a little bit my existence, a little bit my self, from the emotional to a pride in living with what the soul holds high.
One day I wanted to be a poet, but not by name, not by title, but by recreating in each letter an anagram of the true essence of the bard. To extend existence after death and live in each verse printed in the book of life forever. Without forgetting.
One day I wanted to be a poet and shape opinions with true, tacit, and impertinent poetry. Adding the mischief of a child in metaphors as flowery as roses in a literary field.
One day I wanted to be a poet. Did I succeed? I don't know. I only know that existence was not in vain, because my heart beat with each verse, rejoiced with each poem, cried with each letter that defined me, and loved each creation intensely, like a child who then grows up and becomes an extension of existence, for all time.
One day I wanted to be a poet. I wanted to be a poet one day, or far away, perhaps close at this moment, in this existential state where my heart beats happily, moving the graphite across the blank page, giving life to my very existence. Today forever a poet, until death, until infinity.
One day...
***
Fuente de la imagen de portada:
[Fuente 1](https://pixabay.com/es/illustrations/hombre-poeta-sid%C3%B3n-poeta-griego-8679497)
[Fuente 2](https://pixabay.com/es/photos/un-libro-libros-literatura-viejo-2403671)
#### Edición Rincón Poético
#### La traducción del texto fue hecha con la herramienta
#### gratuita [DeepL](https://www.deepl.com)
### Contenido original
Visita nuestras redes sociales
 
¡Gracias por leer nuestro post!
#### @rinconpoetico7
Posted Using [INLEO](https://inleo.io/@rinconpoetico7/un-da-quise-ser-poeta-one-day-i-wanted-to-be-a-poet-esen-eus)