LIBERTAD - Una palabra para hoy

       El significado de *libertad* es filosóficamente discutible, pues, al parecer es una cosa más de apreciación que de definición: variará dependiendo de a quién se lo preguntemos. Sin embargo, más allá de creer que las perspectivas puedan distanciarse resulta curioso fijarse que son más los matices que la acercan.        La libertad es un estado confortable de derecho, deber y respeto; contrario a lo que muchas veces, podría interpretarse como el poder de hacer lo que se quiera.

       Como la mayoría de nuestras palabras, la palabra **libertad** tienen origen en nuestro querido y viejo Latín, donde es posible encontrarla bajo las formas *libertas* y *libertātis*.        La palabra se forma de la unión de dos partículas. La primera, *liber*, es un adjetivo para designar la característica de aquellos nacidos libres o quienes han salido de una condición privativa como la esclavitud. La segunda es el sufijo *-tat* (tas - tatis), que revela una naturaleza de cualidad.

       No hay mucho que revelar tras el origen de esta palabra. Normalmente, suelo traer aquellas que de alguna manera se han ido perdiendo o las que tienen un origen curioso y gracioso.        Esta palabra representa el anhelo de muchos venezolanos el día de hoy. Porque la ausencia de libertad no es solo estar detrás de los barrotes de una cárcel o confinado a un lugar aislado.        Hoy mi país está luchando en contra de un sistema altamente represivo y que desvirtúa, a conveniencia, el concepto hermoso y original de esta palabra. Una palabra que remite a correr a través de un campo abierto, a la brisa despinándonos o refrescando el rostro. La palabra me suena a agua fresca, a tomar de la mano a quien me quiere, a comer y reír, a perder miedo, a corazones apacibles. Yo quiero la libertad con sus ocho letras.        Tú, estés donde estés en este momento, no dejes de hacer algo por lograr la libertad porque creas que pueda ser poca cosa. Nada se desperdicia, solo haz que funcione.