Escuchar para sanar: mi cuerpo como testigo emocional | Listening to heal: my body as an emotional witness

La mente y el cuerpo están conectados, por eso, cuando existe algún problema en la mente (depresión, estrés, ansiedad), el cuerpo envía señales para manifestar que algo está mal. He conocido a muchas personas que dicen que lo emocional no tiene nada que ver con los dolores físicos, sin embargo, mi propio cuerpo me ha enseñado que eso no es verdad. Uno de los síntomas que yo tengo es la fiebre causada por algún impacto emocional. Incluso tengo una prima que le pasa lo mismo, solo que la fiebre de ella es mucho más intensa.

Es muy importante aprender a reconocer esas señales del cuerpo para poder mantenernos lo más sanos posible. Para ello, debemos aprender a entender nuestras propias señales, porque no siempre es igual en todos nosotros, el mismo problema puede manifestarse diferente en cada cuerpo. Por ejemplo, cuando estoy muy estresada, suelo tener tics en todo el cuerpo, pero a mi hermana se le comienzan a caer las cejas y pestañas.

Aprender a identificar esas señales no siempre es fácil, porque muchas veces puede parecer un síntoma común o algo pasajero, como el dolor de cabeza. A mí me costó bastante reconocer las mías, más que todo porque suelo ignorar mis síntomas, eso es una costumbre que tengo desde niña, pero estoy haciendo lo pasible para cambiarlo. Ahora puedo decir con más seguridad que sé cuáles son algunas de las señales y qué las causa. Esto es importante para mí porque es una forma de mostrar cariño y respeto por mí misma.

No prestarle atención a los mensajes del cuerpo trae muchas consecuencias, porque luego de los mensajes vienen los gritos y estos gritos están acompañados por grandes síntomas. Yo tengo experiencia con ello, así que les digo con gran seguridad que intenten arreglar las cosas antes de que sea demasiado tarde, de esa manera evitarán estar hospitalizados o desarrollar secuelas.

Yo estuve durante meses sometida a estrés, presión y falta de sueño. Al principio solo tenía sueño y dolor de cabeza, pero luego comenzaron otros síntomas. Primero comenzó una extraña presión en la cabeza, eso me mareaba, causaba fuertes dolores de cabeza y, a veces, me desmayaba. Yo estaba asustada, eso era muy raro, pero no podía dejar de lado mis obligaciones. Eso fue hasta que mi abuela se enteró, eso hizo que fuera a darme un discurso monumental que no recuerdo y luego me enviara a descansar. Luego de eso me recuperé, lo malo fue que cada vez que me daba sueño, me desmayaba o me dolía horrible la cabeza.

Con el tiempo volví a lo mismo, lo sé, como toda una masoquista. Solo que los síntomas eran diferentes, aparecieron tics en todo el cuerpo cada vez que sentía mucho estrés (aún lo tengo). También me daban frecuentemente episodios de neuralgia que duraban de días a meses. Fue horrible, ya no aguantaba una inyección más. ¿La causa? Estrés y falta de sueño, mi doctor me regañaba mucho por eso. Y todo esto porque no quería decepcionar a las personas que tenían grandes expectativas sobre mí.

Cuando por fin me dediqué a escuchar mi cuerpo y descansar, llegaron las consecuencias: sensibilidad (lloraba por todo), ataques de ansiedad y mucho cansancio. Con el tiempo me recuperé, pero no fue agradable pasar por eso. De todo corazón les recomiendo entender esas señales y hacer algo al respecto.

Esta fue mi participación para la iniciativa de @issymarie2: “Aprender a escuchar para sanar”. Agradezco a @issymarie2 por traernos este gran tema y espero que todas las participaciones puedan crear conciencia. Invito a participar a: @tonyes y @estelacha.

The mind and body are connected, so when there is a problem in the mind (depression, stress, anxiety), the body sends signals to show that something is wrong. I have met many people who say that emotions have nothing to do with physical pain, but my own body has taught me that this is not true. One of the symptoms I have is fever caused by emotional impact. I even have a cousin who experiences the same thing, only her fever is much more intense.

It is very important to learn to recognize these signals from the body in order to stay as healthy as possible. To do this, we must learn to understand our own signals, because they are not always the same for everyone; the same problem can manifest itself differently in each body. For example, when I am very stressed, I tend to have tics all over my body, but my sister's eyebrows and eyelashes start to fall out.

Learning to identify these signs is not always easy, because they can often seem like a common symptom or something temporary, like a headache. I found it quite difficult to recognize mine, mainly because I tend to ignore my symptoms, which is a habit I've had since childhood, but I'm working on changing that. Now I can say with more confidence that I know what some of the signs are and what causes them. This is important to me because it's a way of showing love and respect for myself.

Ignoring the messages your body sends you has many consequences, because after the messages come the screams, and these screams are accompanied by serious symptoms. I have experience with this, so I can say with great certainty that you should try to fix things before it's too late. That way, you'll avoid being hospitalized or developing complications.

For months, I was under stress, pressure, and sleep deprivation. At first, I just felt sleepy and had headaches, but then other symptoms began. First, I felt a strange pressure in my head, which made me dizzy, caused severe headaches, and sometimes made me faint. I was scared; it was very strange, but I couldn't neglect my responsibilities. That was until my grandmother found out, which led her to give me a monumental lecture that I don't remember and then send me to rest. After that, I recovered, but the bad thing was that every time I felt sleepy, I would faint or have a terrible headache.

Eventually, I went back to the same thing, I know, like a total masochist. Only the symptoms were different; I developed tics all over my body whenever I felt a lot of stress (I still have them). I also had frequent episodes of neuralgia that lasted from days to months. It was horrible, I couldn't take another injection. The cause? Stress and lack of sleep, my doctor scolded me a lot for that. And all this because I didn't want to disappoint the people who had high expectations of me.

When I finally decided to listen to my body and rest, the consequences came: sensitivity (I cried about everything), anxiety attacks, and extreme fatigue. I recovered over time, but it wasn't a pleasant experience. I wholeheartedly recommend that you understand these signs and do something about them.

This was my contribution to @issymarie2's initiative: “Learning to listen in order to heal.” I would like to thank @issymarie2 for bringing us this important topic, and I hope that all of the contributions will raise awareness. I invite @tonyes and @estelacha to participate.