Versión en Español
Cuando revisaba una librería, me topé con el título **Todo tiene su final** de 2006 y de inmediato vino a mi mente el tema musical de Héctor Lavoe. Como entusiasta de la literatura caribeña me llevé esta obra de Raúl Cazal para disfrutarla. El autor, nacido en Paraguay pero residenciado en Venezuela, posee una gran trayectoria en el ámbito literario. La selección de cuentos está permeada de fragmentos y referencias a canciones del género musical salsa, de hecho, su portada muestra a una pareja bailando mientras en el fondo la ciudad nocturna es el escenario.  Los temas que aquí se exploran son bastante diversos, el amor, la sexualidad, la cotidianidad en una urbe caótica, la falta de identidad, la delincuencia y por supuesto la referencialidad hacia canciones. El autor trata de jugar con los nombres de sus personajes repitiendo los mismos a lo largo de la obra. Belkis es el común femenino, pero, al tener el cuento una estructura cerrada, debe entenderse que hablamos de otros personajes con características similares. Abordaré tres cuentos para reseñar el libro. En **Amor urbano** asistimos a la etapa de enamoramiento y realización sexual. El texto está lleno de metáforas y descripciones que enriquecen la narrativa. Una pareja atraviesa por la "etapa rosa" del romance donde los conflictos pasan a segundo plano en aras de la sexualidad absoluta. Las escenas se plantean de forma sutil y se idealiza el romance. El narrador pasa de primera a segunda persona, estrategia discursiva empleada para insertar al lector en el contexto circunstancial, que en cada relato luce como un pedazo de la Caracas noventera.  Por otro lado, en el relato **Aunque se vista de seda** el argumento de la historia parte de una confesión. Antes que amigos comunes hablen, un hombre decide confesarle a su pareja que le fue infiel. Él asistió a una reunión e influenciado por el licor tuvo intimidad con una mujer, descrita de forma repugnante. Acá el narrador llama a la reflexión porque se habla de una relación sexual no consentida, siendo la mujer la agresora. Pero en una sociedad machista resulta complicado relatar un suceso en el cual la mujer incite al hombre a beber para luego aprovecharse y obtener satisfacción sexual.  La tercera narración se titula **Derlis tiene su final**, referencia hacia el tema de Héctor Lavoe. Ya en las primeras líneas se nota cierta ironía, se le comunica al lector que Derlis, un delincuente, lo asesinó la policía. Según el narrador, Derlis solamente servía para poner discos en las fiestas, robar y matar. En algunos barrios populares la figura del delincuente es venerada y en este relato exaltan su buen gusto musical al poner a bailar a la gente con temas de Lavoe, Ismael Rivera, La Sonora Ponceña y Ray Barreto.  Por último, el libro nos ofrece **La del estribo**, no es un cuento sino una despedida y un agradecimiento hacia los lectores. El título hace referencia a una expresión popular que se utiliza para anunciar que falta una última cerveza antes de cerrar la cuenta. Este libro **Todo tiene su final** está en sintonía con otro cuya propuesta estética es muy similar y se publicó en 1996, **Salsa y control** de José Roberto Duque. Un narrador en segunda persona utiliza un discurso artístico donde las metáforas se combinan con el habla de los suburbios populares, incluyendo el argot propio de los delincuentes, para exponer historias, algunas violentas, enmarcadas en temas musicales del género salsa.
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✓Fotos de mi galería personal, editadas con Fotocollage.
✓Texto traducido con DeepL.