Versión en Español
Desde que inicié mis estudios en Literatura he sentido atracción por indagar en las diversas culturas representadas en las obras de ficción. Cierta vez escuché la expresión "No vengas con un cuento chino" y me propuse averiguar el por qué de ello. Resulta que, en efecto, la tradición literaria china se caracteriza por extensas narraciones donde se mezclan sucesos históricos, geografía, mitología y sentimientos, siendo lo sustancial dejado en segundo plano para privilegiar las descripciones, en contextos donde lo exagerado es evidente y la verosimilitud cuestionable. De esta forma afronté la lectura de **El árbol más querido**, novela corta de la escritora china Jiang Yun, con la cual ganó el premio literario "Lu Xun" en el año 2006. La narración se organiza en 9 capítulos y posee una propuesta estética convencional para lo que es la tradición china. Además, en esta edición, las referencias son explicadas al pie de página, resultando un poco invasivas ya que pueden ocupar más de la mitad del espacio estipulado para la tipografía.  Ambientada en el conflicto bélico con Japón, Segunda Guerra Sino-Japonesa, que inició en 1937, la historia nos presenta a Meiquiao, quien inicia la novela como una joven de 16 años. Van a transcurrir unos 40 años en lo que respecta a la cronología desde el comienzo hasta el desenlace. Por tal razón, encontraremos referencias a lo ocurrido en China hasta el año 1965, también, la narración nos ofrecerá creencias religiosas, tradiciones y costumbres gastronómicas, lo que nos muestra un panorama amplio y detallado de la cultura del gran país asiático. A medida que avanza la lectura se advierte que se está ante otra muestra de literatura femenina, al principio el foco narrativo lo posee Meiquiao y luego, a partir de la segunda mitad, se transfiere a su hija Lingxiang. Ambas padecen muchas desventuras a lo largo de sus vidas, justificando una fuerte crítica hacia las imposiciones sociales de China en aquel entonces, donde la mujer era vista como un ser sin sentimientos, cuyo objetivo principal era traer hijos al mundo y obedecer al esposo, relación que en muchos casos era negociada por conveniencia familiar. La adolescente Meiquiao se casa con el Señor Da, hombre viudo que era director de la escuela pedagógica de la ciudad. Antes de la boda ella le pone una condición: quería continuar sus estudios universitarios para terminar su carrera pedagógica. Ella era un alma libre y rebelde, en cambio él alguien rígido, serio y anticuado, una relación incompatible, pero que de igual manera originó el nacimiento de cuatro hijos: Lingxiang, Linghan, Lingshuang y Lingtian.  Si bien el señor Da es un hombre poderoso, inclusive cada niño tiene su propia nodriza, Meiquiao jamás quiso ser conocida como "la esposa del maestro". El malestar llegó a tal nivel que tras el nacimiento de su primera hija, ella intentó abortar en los otros embarazos, razón por la cual no demuestra amor hacia esos tres descendientes. La vida matrimonial y la maternidad llevan a Meiquiao a una profunda depresión, su anhelo es convertirse en profesora y, además, ser pintora. El señor Da viendo su grave estado le permite estudiar y luego ejercer su profesión. Posteriormente Meiquiao se enamora de Xi Fangping, un alumno del señor Da, y decide abandonar a su esposo y a sus hijos. A partir de esta fuga de amantes, Meiquiao sale de escena y cede la narración absoluta a Lingxiang, quien para entonces cuenta con ocho años, tanto madre como hija habían establecido un vínculo afectivo especial, a diferencia del resto de sus hermanos. Al cumplir los 16 años, Lingxiang inicia la búsqueda de su madre para reclamarle por su abandono, era una estudiante que se lanzó a la aventura en medio de la guerra con los japoneses. La autora Jiang Yun describe acá un bombardeo japonés contra un barco de carga (que trasladaba viajeros de contrabando) donde solamente Lingxiang logra sobrevivir, escena conmovedora porque refleja la brutalidad de los invasores contra estudiantes desarmados, en tanto la joven cuestiona las razones para asumir tales riesgos, llegando a pensar que arrastrar odio y rencores por el pasado y buscar venganza no puede constituirse como una motivación para vivir.  **El árbol más querido** no es una obra fácil de asimilar porque parece inclinarse hacia un guión para producir una telenovela. Los temas planteados y la narración se orientan a tocar el corazón del lector, alargando la consecución de los sucesos hasta desembocar en la escena cumbre que sería el encuentro entre madre e hija, la ausencia de ocho años se salda con ambas mirándose a los ojos, con la expectativa de lo que sucederá con esta cuenta pendiente. Sanar internamente siempre fue el objetivo. Luego el relato da otro salto y Lingxiang tiene 37 años, es profesora universitaria, casada y tiene dos hijos. El final me sorprendió un poco pues se resalta que la bondad suprema no tiene recompensa. El perdón es un gran valor cuando logra invadir el alma y desaloja a las amarguras. De allí que sea necesario soltar los rencores del pasado y siempre ser libres para vivir a plenitud.