Ángeles

Dos ancianos discutían sobre lo que creían podía ser la apariencia de los angeles. Te digo Enrique que para nada tienen forma humana. Toño tomo un sirvo del café que recién le habían servido. No recordaba si lo había pedido frío o caliente, el caso es que no estaba lo suficientemente frío para ser frío, ni lo suficientemente caliente para ser caliente. Mientras Enrique no se molestó en averiguarlo. Permite amigo. Ahorita me contestas voy a pedir que me cambien este café. Oiga señorita, este café está frío, haga el favor de servirme uno del que acaban de preparar. La señorita no dijo nada, solo vacio el café frío y se dispuso a preparar uno nuevo. Mientras el anciano veía insistentemente su celular tratando de aclarar la mente. Aquí tiene Señor, espero que sea de su agrado. El anciano al tomarlo lo sintió aún un poco tibio, pero ya no quiso decir nada. Ya en el mesa le dió un gran sorbo llenando su pecho del acogedor aroma y calor de su café recién preparado. Que te puedo decir Antonio, sabes bien que no soy creyente, pero si lo tomo como mitología, debo decir que parecería aburrido que tuvieran forma humana. Enrique solo olvida eso por un momento y dime qué piensas. Pues eso Enrique, lo acabo de decir. Es cierto, es cierto. Que te parece si terminamos está conversación mañana con otro café. Como quieras amigo, como quieras. Aquí estaré....