
Genoveva recordaba a Gertrudis mientras observaba el amanecer.
Cómo extraño a mi hermanita, desde que se murió la casa no ha sido la misma.
Cómo que se murió? Pues qué tienes Genoveva. Que no ves que estoy acá en la cocina.
En ocasiones aún parece que la oigo.
Que no estoy muerta. Acá estoy.
Cómo decía antes. Qué hermoso es el amanecer Y cómo extraño a mi hermanita.
Acá estoy, acá estoy.
Ah, que te calles...
Historia corta y fotografía @saulos