Rafael volteó a ver instintivamente la hoja que caía del psicomoro.
Te fijaste amor? Parecio como sí esa hoja cayera en cámara lenta.
Mari volvió a verlo levemente, sin dejar de pensar en el vestido el otro lado del aparador.
Rafael siempre había sido observado, pero últimamente el mundo le parecía más fascinante. Disfrutaba cada día de su vida como si fuera el último, el canto de las aves, el aire cargado del aroma de las flores. Sin embargo Había algo que no lo dejaba en paz, todo era demasiado perfecto para ser verdad. La alergia a las flores que había tenido toda la vida, había desaparecido. Podia escuchar el agitar las alas de los pájaros, la sordera parcial que había tenido Desde niño también había desaparecido.
Estaban a punto de cruzar la calle cuando el semáforo cambió. Rafael notó que habían empezado a retirar los cables que los postes y que los trabajos subterráneos habían empezado. El plan para modernizar la ciudad ya había empezado. El semáforo nuevamente se puso en verde. Solo un coche estaba esperando, pero estaba como a seis metros atrás de lo que normalmente lo hacen. Rafael observó una piedra que estaba cerca de la llanta delantera. En ese momento no supo por qué le llamó la atención eso, pero un minuto más tarde, jaló violentamente a Mari para evitar que la piedra le pegara en la cabeza.
Oh! Qué suerte, dijo Mari. Cómo supiste que esa piedra iba a pasar precisamente por ahí?
Rafael no dijo nada, pensaba que era imposible qué hiciera todos esos cálculos. Lo normal hubiera sido que la piedra fuera lanzada hacia adelante, para que fuera lanzada el carro tuvo que haber pasado por encima de ella luego lanzarla hacia atrás, pero calcular la trayectoria hubiera sido imposible, podría imaginar se iría hacia atrás e incluso hacer los cálculos, pero para eso tendría que tener con qué medidas las variables. Una cosa es ser bueno en física y otra cosa poder hacer las mediciones, a no ser que tuviera acceso a ellas de alguna manera.
Sé tú por un momento y empezó a buscar si había algún dispositivo sobrevolando esa área. Entonces lo vio, un poco más grande que una mosca, se posó sobre su mano deteniendo sus alas. Entonces Rafael entendió todo. El insecto voló de nuevo, Rafael tomó acceso a la cámara y pudo verse a sí mismo desde arriba.
Observó detenidamente sus brazos y sus piernas piernas, accedió a su mirada penetrante y se dio cuenta de que era artificial. Conciencia humana en dispositivos Cibernético. CHC, lo que había estado trabajando en los últimos meses. Memoria estaba confusa, recordaba una explosión y después estaba con Marí y paseando por el parque. Ella no parecía saber nada Y entonces comprendió que no quería dejarla sola.
De un tiempo atrás cambiado mucho. Te dijo Marí mientras lo tomaba de su brazo. Tiempo para acá dice el marido perfecto. Pasas mucho tiempo conmigo y disfrutamos más de la vida.
Rafael hubiera querido derramar Una lágrima, pero no estaba preparado para eso...
Historia corta y fotografía
@saulos