Será que no fui hecha para estos tiempos modernos, desde la música, que para mí no tiene sentido, pasión y ni voz en muchos. También por las modas en ciertas prendas que no me parecen ni bonitas, sexys o con personalidad.
Hasta las relaciones tóxicas, sin compromiso, superficiales, con intereses egoístas que, no saben que quieren, en donde la relación parece competencia a ver quién es más celoso, o más infiel, y desquitándose de todo en lugar de sostener, unir, esforzarse y trabajar cada día juntos en formar algo real, estable y que se vean tan únicos que no quieran a nadie más.
Pero es más fácil huir remplazar, rendirse y decir que así soy, porque ellos no quieren estar discutiendo, cuando un matrimonio es un compromiso donde se negocia se cambia se en flexible y comprensivo.
El estira y afloja que no los deja ser uno más que otro si no que se vuelven realmente uno solo y que si a uno le duele al otro también, que si uno se cae el otro no se ríe sino que lo levanta.
Disculpen pero las relaciones de hoy son tan frágiles, llenas de sexo y pobres de amor. No saben lo que es sostener una relación ni de un año menos de una vida.
Qué triste que ya nadie busque el bien del otro y por eso sus relaciones duran lo que dura la habitación de un motel.