Uno de los grandes privilegios que tengo como madre es ser intencional para que mis hijos crezcan en un hogar donde no esté ausente el amor. Y es que esta es una palabra poderosa que debe ser el epicentro de todos los hogares, no hago referencia solo a las palabras, sino también al conjunto de actividades cotidianas que lo avivan y le suma un valor.
El demostrarle con palabras y hechos que tienen padres presentes y con la mayor disposición a siempre caminar junto a ellos tomados de su mano en sus diferentes etapas. Durante mi infancia puedo compartir un sinfín de recuerdos familiares todavía los atesoro en lo profundo de mi corazón.
No voy a negar que mis padres hicieran lo humanamente posible para brindarnos ese amor y su presencia. No era fácil el tener que sustentar a seis hijos y sumado a ellos otras responsabilidades su tiempo era bastante limitado parecía como agua escaparse entre los dedos de nuestras manos. Pero en medio de sus ausencias continuas pude anotar el gran sacrificio opacado por el silencio, el cual hoy a mirar la con retrospectiva puedo visualizar y sentirme agradecida.
Gracias a ellos crecí con una crianza llena de valores y principios soy una gran profesional. Esos recuerdos me impulsa a marcar la diferencia en mi propio hogar justamente con mis pequeños, a poder establecer prioridades claras en el cual ellos siempre se encuentran en primer lugar, su bienestar emocional, su bienestar físico y hasta el espiritual.
Definitivamente para mí una crianza saludable comienza con un acompañamiento oportuno los niños no sólo necesitan el que se cubra sus necesidades básicas como comida ropa o la educación, ellos también necesitan sentir la compañía de sus padres tanto en los momentos grandes como en los pequeños. Cada logro deportivo, escolar, hasta un sencillo dibujo que ellos muestran con orgullo son pasos firmes hacia esa escalera de la vida y estoy consciente que esto para muchos puede parecer un detalle sencillo y cotidiano pero para mí es una alternativa invaluable el poder decirle a mis hijos hoy estoy aquí y he decidido celebrar contigo tus triunfos y valoro lo grandioso que eres.
Aunque el acompañamiento para muchos puede resultar el intentar controlar su vida, estoy clara que en su transitar solo debo hacer ese faro de luz que guía con amor y límites claro, instruyo con disciplina cuando es necesario, respeto sus espacios y esto a su vez es un regalo que les permite crear responsabilidades y autocontrol. En medio de todo este proceso debemos despertar en ellos la confianza, debemos aprender a tener un oído dispuesto a escucharlo y saber que sus emociones siempre van a ser importantes y validadas por nosotros.
Otro de los aspectos importantes en una crianza saludable es alimentar la gratitud continua aunque vivimos en tiempos muy difíciles y en el que el afán de cada día nos tiende a distraer siempre debemos tener una invitación a no conformarnos, pero también a detenernos y vivir dando gracias por cada día más de vida, por tener el privilegio de verlos crecer, de verlos sonreír, por la salud que nos permite abrazarnos y disfrutarlos esto sencillamente es una lección que simplemente se aprende con nuestro propio ejemplo.
Esto no se trata de hacer una gran fiesta y mucho menos de llenarlos de lujo, sino de ser intencional, de poder compartir en familia rodeados de personas que lo hacen sentir amado y que en medio de todo ello se pueda reconocer que lo sencillo tiene un valor impresionante.
El poder enseñarles amar y respetar la vida en sus diferentes formas con todas y sus aristas les permite visualizar padres que valoran y practican la empatía, que son solidarios y que aprenden a reconocer la verdad, que el verdadero éxito no se vive con bienes materiales sino con la capacidad de servir y de aportar un legado.
Finalmente mis queridos amigos quiero compartir con ustedes que el desarrollar una crianza saludable con cimientos sólidos, que perduran en el tiempo no importa si son minutos antes de dormir si es un paseo corto o una grata conversación en la mesa lo que realmente cuenta es la conexión el poder mirarnos a los ojos y decir te veo y eres muy importante para mí.
Cultivar este tipo de crianza es un desafío diario, sí, pero también es el mayor privilegio que tenemos como padres. Porque en cada gesto, en cada acompañamiento, estamos sembrando en nuestros hijos semillas de confianza, gratitud y amor que florecerán a lo largo de toda su vida.
De ante mano agradezco el que dediques parte de tu valioso tiempo para leer mi trabajo y que Dios te multiplique el apoyo que le aportes a mi publicación. Bendiciones
Todas las fotos aquí utilizadas son de mi propiedad y fueron tomadas con la cámara de mi teléfono Redmi Note 9T. El diseño fue realizado con la aplicación GridArt.
VERSIÓN EN INGLÉS
Cultivating Healthy Parenting: The Privilege of Accompanying [esp-eng
One of the greatest privileges I have as a mother is being intentional about ensuring my children grow up in a home where love is not absent. This is a powerful word that should be at the center of every home. I'm not just referring to the words themselves, but also to the set of daily activities that enliven it and add value.
Showing them, through words and actions, that their parents are present and willing to always walk hand in hand with them through their different stages. During my childhood, I can share countless family memories that I still treasure deep in my heart.
I won't deny that my parents did everything humanly possible to provide us with that love and their presence. It wasn't easy, having six children to support, and adding other responsibilities to their work, their time was quite limited; it seemed like water slipping through our fingers. But amid their constant absences, I was able to note the great sacrifice obscured by their silence, which, looking back, I can visualize and feel grateful for.
Thanks to them, I grew up with a childhood filled with values and principles, and I am a great professional. Those memories inspire me to make a difference in my own home, especially with my little ones, to establish clear priorities in which they always come first: their emotional, physical, and even their spiritual well-being.
For me, healthy parenting definitely begins with timely support. Children don't just need their basic needs, like food, clothing, or education, met; they also need to feel their parents' company in both the big and small moments. Every achievement in sports, school, even a simple drawing they proudly show off, is a firm step toward climbing the ladder of life. I'm aware that for many, this may seem like a simple, everyday detail, but for me, it's an invaluable opportunity to be able to tell my children, "I'm here today, and I've decided to celebrate your triumphs with you, and I appreciate how great you are."
Although for many, mentoring can feel like trying to control their lives, I am clear that in their journey, I must be a beacon of light that guides them with love and clear boundaries. I instruct with discipline when necessary, and I respect their space. This, in turn, is a gift that allows them to develop responsibility and self-control. Throughout this process, we must awaken trust in them. We must learn to have an ear open to listen and know that their emotions will always be important and validated by us.
Another important aspect of healthy parenting is nurturing ongoing gratitude. Even though we live in very difficult times, and the hustle and bustle of each day tends to distract us, we should always be invited not to settle, but also to stop and give thanks for each additional day of life, for having the privilege of watching them grow, of seeing them smile, for the health that allows us to hug and enjoy them. This is simply a lesson that is learned by our own example.
This isn't about throwing a big party, much less showering them with luxury, but rather about being intentional, about being able to share with family surrounded by people who make them feel loved, and in the midst of it all, recognizing that simplicity has incredible value.
Teaching them to love and respect life in its various forms, with all its facets, allows them to visualize parents who value and practice empathy, who are supportive, and who learn to recognize the truth: that true success is not achieved through material possessions but through the ability to serve and contribute a legacy.
Finally, my dear friends, I want to share with you that developing a healthy upbringing with solid foundations that last over time, no matter if it's minutes before bed, a short walk, or a pleasant conversation at the table, what really counts is the connection, being able to look into each other's eyes and say, "I see you, and you are very important to me."
Cultivating this kind of parenting is a daily challenge, yes, but it's also the greatest privilege we have as parents. Because with every gesture, with every support, we are sowing seeds of trust, gratitude, and love in our children that will flourish throughout their lives.
I thank you in advance for dedicating part of your valuable time to read my work and may God multiply the support you give to my publication. Blessings.
All photos used here are my property and were taken with the camera of my Redmi Note 9T phone. The design was made with the GridArt application.
