Existe una palabra corta pero que el simple hecho de leerla o escucharla envuelve un mundo lleno de desafíos, de esos miedos que siempre quieren invadirnos pero de las cuales siempre cuando la aplicamos salimos victoriosos y encontramos grandes aprendizajes, esa palabra es Persistir.
Es normal sentir miedo y decir que no tenemos fuerza para volver a intentarlo, en más de una oportunidad me he sentido de esta manera puede sonar algo alocado pero estoy abriendo mi corazón y siendo totalmente honesta con ustedes yo misma lo he vivido.
Hay algo que siempre he evitado, pero con el pasar de los tiempos he tenido que ir superando. Me refiero al gran temor que me da hablar en público. Soy docente y aunque ustedes no lo crean siempre se me ha incomodado tener que levantarme frente a un gran público y expresar mis ideas siento que tantas miradas sobre mí me va a dar una pesadez en mi lengua y que voy a comenzar a titubear. Pero Dios Todopoderoso siempre tiene una gran manera de sorprendernos él ha trabajado conmigo de manera especial y me ha llevado paso a paso hacia aquello que él mismo tiene registrado para mí.
Y justamente de eso se trata de impulsarnos a vencer esos miedos que nos mantienen estancados porque justamente allí donde él quiere formarnos, así que de una manera casi inadvertida comencé a moverme hacia esa dirección.
Primero como ya les comenté desde mi profesión como docente formando y educando jóvenes e impartiendo las diferentes conocimientos en el área de la ciencia, pero desde hace un par de años para acá no solo me dirijo a un grupo de personas para impartir conocimiento de mi carrera ahora voy más a la parte de valores, de reflexión y desde el año pasado me estoy moviendo en un ámbito que definitivamente ha impactado especialmente mi vida matrimonial.
No puedo negar que esta es una de las facetas que ahora amo y me apasiona al trabajar junto a mi amado esposo y también con personas y amigos que son de gran inspiración y en los cuales hasta nosotros mismos podemos llegar a influenciar positivamente en sus vidas.
Y es que a veces tú no logras alcanzar ese nivel de confianza que Dios tiene en ti recordemos que Dios nos ha capacitado y su palabra tiene un gran poder sobre nuestras vidas. Justamente la semana pasada culminamos una hermosa experiencia que han marcado un antes y un después en la vida de muchas personas, a esta actividad la titulamos Escuela para Matrimonio.
Fueron justamente 13 sesiones donde se impartieron fundamentos, estrategias y principios que sin duda alguna permiten que un matrimonio sea duradero saludable pero sobre todo que esté fortalecido sobre la roca como lo es nuestro señor Jesús. Esta actividad la compartimos juntos a nueve parejas que de manera voluntaria sintieron la necesidad de crecer en el área matrimonial.
Durante su desarrollo compartimos mucho aprendizaje risas anécdotas momentos de reflexión y sobre todo la necesidad de ser sincero no es fácil tener que pararte delante de personas casi totalmente desconocida y hablarles de tus procesos, de tus problemas personales, pero es justamente esto lo que te permite abrir una ventana y romper ese miedo para que ellos puedan expresarse con mayor libertad. El entender y comprender que no están solos y que son situaciones de común denominador dentro del matrimonio te hace sentir de cierta manera reconfortando, pero sobre todo él escuchar una manera diferente de abordar es de gran apoyo para ellos.
Pero es justamente allí donde la magia de esa palabra persistir cobra un gran sentido, esto no se trata simplemente de ser un colchón y aguantar se trata de todo lo contrario de transformarte justamente mientras transitas ese camino. Cada enseñanza cada dinámica cada una de las diferentes conversaciones con ellos es un gran recordatorio de que siempre vale la pena seguir a Dios que él siempre va a estar obrando en medio de nosotros y perfeccionando su obra.
La última sesión fue totalmente diferente a las anteriores hicimos esa noche algo especial preparamos con mucho cariño una cena romántica donde las parejas renovaron sus votos y ambientamos el espacio según sus expectativas. Sus miradas expresaban más que sus palabras, pero luego se abrió un espacio donde ellos pudieron testificar como nuestras clases transformaron su vida cómo han ido aplicando los principios que hemos impartido, como sus heridas empezaron a sanar esto sin duda alguna fue un momento que siempre llevaremos registrado en lo más profundo de nuestro corazón.
Justamente allí comprendí una vez más que persistir no es lanzar arena en el desierto, por el contrario es ver cómo lo que sembraste en algún momento determinado de tu vida comienza a dar fruto. También quiero resaltar que esto no es algo de mérito individual principalmente tuvimos la ayuda de Dios quien usó a mi esposo y a mí como instrumentos para tocar las vidas de estos matrimonios. Mi esposo también ha sido una gran inspiración quien siempre me ha impulsado y ha potenciado mis talentos dormidos, Él es mi gran recordatorio de que lo mejor siempre está por venir.
Hoy con toda certeza puedo decir que le persistir me ha llevado a lugares que nunca pensé estar allí y lo que en un momento era un gran miedo hoy también es una de mis más grandes herramientas para servir. No dejo de sorprenderme con las maravillas que Dios hace en la vida de nosotros él usa justamente nuestras debilidades para mostrar su gloria en nosotros.
Así que si estás leyendo esto y hay algo que te asusta, pero sabes que arde en tu corazón, no te detengas. Da el paso. Persiste. Porque al otro lado del miedo, siempre hay algo grande esperándote.
De ante mano agradezco el que dediques parte de tu valioso tiempo para leer mi trabajo y que Dios te multiplique el apoyo que le aportes a mi publicación. Bendiciones
Todas las fotos que uso aquí son mías y se tomaron con la cámara de mi Redmi 14. El diseño se creó con la aplicación GridArt.
There's a short word, but just reading or hearing it envelops a world full of challenges, of those fears that always want to invade us, but from which we always emerge victorious and find great lessons when we apply it: that word is Persist.
It's normal to feel fear and say that we don't have the strength to try again. I've felt this way on more than one occasion. It may sound a bit crazy, but I'm opening my heart and, being totally honest with you, I've experienced it myself.
There's something I've always avoided, but over time I've had to overcome. I'm referring to my great fear of public speaking. I'm a teacher, and although you may not believe it, I've always been uncomfortable having to stand up in front of a large audience and express my ideas. I feel like so many eyes on me will make my tongue feel heavy and I'll start to falter. But Almighty God always has a way of surprising us. He has worked with me in a special way and has led me step by step toward what He Himself has recorded for me.
And that's precisely what it's all about: pushing us to overcome those fears that keep us stuck, because that's precisely where he wants to shape us, so almost unnoticed, I began to move in that direction.
First, as I already mentioned, from my profession as a teacher, training and educating young people and imparting different knowledge in the area of science, but for the past couple of years or so, I've not only addressed a group of people to impart knowledge from my career; now I'm focusing more on values and reflection. Since last year, I've been moving in an area that has definitely impacted my married life, especially.
I can't deny that this is one of the facets I now love and am passionate about, working alongside my beloved husband and also with people and friends who are a great inspiration and whose lives we ourselves can positively influence.
And sometimes you fail to reach that level of trust that God has in you. Let's remember that God has empowered us, and His word has great power over our lives. Just last week, we completed a beautiful experience that has marked a before and after in the lives of many people. We called this activity Marriage School.
There were precisely 13 sessions that taught the foundations, strategies, and principles that undoubtedly allow a marriage to be long-lasting and healthy, but above all, to be strengthened on the rock, like our Lord Jesus. We shared this activity with nine couples who voluntarily felt the need to grow in their marriage.
Throughout the process, we shared a lot of learning, laughter, anecdotes, moments of reflection, and, above all, the need to be honest. It's not easy having to stand in front of almost complete strangers and talk to them about your journey and your personal problems, but it's precisely this that allows you to open a window and break down that fear so they can express themselves more freely. Understanding and recognizing that they're not alone and that these are common ground within the marriage makes you feel somewhat comforted, but above all, hearing a different way of approaching things is a great support for them.
But that's precisely where the magic of that word "persist" takes on great meaning. This isn't simply about being a cushion and holding on; it's about the opposite: transforming yourself precisely as you walk that path. Every teaching, every dynamic, every one of the different conversations with them is a great reminder that it's always worth following God; that He will always be working among us and perfecting His work.
The final session was completely different from the previous ones. We made something special that night. We lovingly prepared a romantic dinner where the couples renewed their vows, and we decorated the space according to their expectations. Their expressions spoke volumes, but then a space opened up for them to share how our classes transformed their lives, how they've been applying the principles we've taught, and how their wounds began to heal. This was undoubtedly a moment we will always hold dear to our hearts.
It was precisely there that I understood once again that persistence isn't about throwing sand in the desert; rather, it's about seeing how what you sowed at a certain point in your life begins to bear fruit. I also want to emphasize that this isn't something of individual merit; we primarily had the help of God, who used my husband and me as instruments to touch the lives of these couples. My husband has also been a great inspiration, always pushing me and enhancing my dormant talents. He is my great reminder that the best is always yet to come.
Today I can confidently say that persistence has taken me to places I never thought I'd be, and what was once a great fear is now also one of my greatest tools for service. I never cease to be amazed by the wonders God does in our lives. He uses our weaknesses to show His glory in us.
So if you're reading this and there's something that scares you, but you know it's burning in your heart, don't stop. Take the step. Persist. Because on the other side of fear, there's always something great waiting for you.
I thank you in advance for dedicating part of your valuable time to read my work and may God multiply the support you give to my publication. Blessings.
All the photos I use here are my own and were taken with my Redmi 14 camera. The layout was created using the GridArt app..
