Reflexionando con preocupación, ante la intolerancia, rechazo y lo que me preocupa más, el odio que el mundo manifiesta por las personas que expresan ser diferentes en su orientación sexual, llegando a crear conductas irracionales inaceptables. Me propongo a analizar desde mi humilde perspectiva, cuáles serían las posibles causas de esta lamentable aversión.
La historia de la homofobia, es de vieja data, enrevesada, vergonzosa, y compleja.
SE tiene conocimiento a través de los documentos históricos escritos, que en el Imperio Romano desde el año 217, se tenían registros de odio y rechazo, desde el pueblo y desde las máximas autoridades gubernamentales y religiosas, al emperador Heliogábalo, quien desde edad temprana avizoraba preferencias sexuales distintas a la esperada por sus coetáneos. Lo que le valió el desprecio de los mismos y el de sus familiares, terminando asesinado por su abuela, a fin de borrar todo vestigio de ofensa y vergüenza, padecido por su generación, y condenado por el senado, a ser olvidado por decreto.
En la edad media, se conocen ampliamente, los brutales ataques a las personas, que de alguna manera expresaban comportamientos homosexuales y, que con el transcurrir de los años, se ha solapado en cierta medida, la crueldad de ese trato inhumano, pero que siempre deja un sabor amargo de parcial aceptación por una minoría.
A pesar de los esfuerzos de las organizaciones defensoras de los derechos civiles, en virtud de ofrecer a la sociedad una visión más amplia y sana, de las personas con una orientación sexual diferente, a la acostumbrada por los cánones tradicionales, el ciudadano común, continúa manteniendo un pensamiento lineal, y una visión retrógrada frente a este tema que sigue levantando polvo en el imaginario humano.
Ser homosexual, transgénero, travesti, o, asexual,” No es Fácil”, me cuentan amigos y familiares que conozco de cererca, y que me expresan el dolor de su viacrucis ,al interactuar con una sociedad homofóbica a lo largo de su existencia.
Pero, observando el trasfondo de esas reacciones hostiles por la sociedad, podemos vislumbrar un problema de formación educativa de fondo, en el que claramente, el sistema en general, llámese sistema educativo, político, religioso, y el sistema cultural en general, no está diseñado para comportarse amistosamente, con las expresiones de un sector de la población que no camina cabizbaja con el rebaño gregario del vulgo, sino que se sale del corral y valientemente se expresa tal cual es.
Hace falta entonces, educar al individuo con una visión del mundo amplia, con pensamientos abiertos, plurales y diversos, con respeto a las ideas y sentires diferentes, que aun cuando no comulguen con tu manera de pensar, exista un espacio de tolerancia y aceptación.
Me refiero entonces, a que tales situaciones se generan desde un problema de fondo (Educación) y no de forma (apariencia física, actitudes), en el que se hace necesario, educar lamente( ideas, pensamientos )y el corazón (sentimientos, creencias ), de la sociedad en el marco del respeto, del amor incondicional por sus iguales, de la tolerancia y de la empatía.
Esta es mi pequeña reflexión frente a este tema que en lo personal, me toca muy de cerca porque tengo familiares, amigos y estudiantes adolescentes, que padecen los infortunios de la intolerancia psico, emocional y social, por no comulgar con el heterosexismo. A quienes expreso mi apoyo, en la búsqueda de una convivencia más justa y tolerante.
Cierro con un pensamiento del precursor de la NO VIOLENCIA, Mahatma Gandhi
“Si queremos cambiar a la sociedad, debemos comenzar por cambiar al individuo”
Gracias por leer.