No a todos les gusta el contacto físico, pero cuando se trata de seres queridos, se puede romper esa barrera. Recuerdo que la profesora guía de mi hija le dijo a sus alumnos, que cuando los padres no sean muy afectivos, que ellos les enseñen, que ese consejo siempre le ha dado buenos resultados. Abrácenlos y díganles que los aman, poco a poco se irán acostumbrando, les decía. Creo que en la mayoría de los casos es un asunto de crianza, peor nadie puede resistirse a las demostraciones de afecto de quienes ama.
Gracias por tu valioso aporte en esta iniciativa. Un abrazo.