Hola a todos, Gracias por visitarnos: Bienvenidos.
Queridas amigas y gratos amigos de #theater-inside acá les dejamos la Segunda Parte de este Guión de Teatro para niños. Esperamos lo disfruten y si desean montarlo...
¡Enhorabuena! Sois libres. ¡A trabajar!
(Siempre, respetando la fuente.) Acá les dejamos el enlace a la Primera Parte de este libreto, por si no lo han leído:
https://ecency.com/hive-22222/@theater-inside/guion-el-gato-con-botas
Escena 9
Escenografía del taller del zapatero. El zapatero trabaja.
Narrador: El hijo menor y su gato van a donde trabaja el remendón. Este le toma las medidas al gato… Ustedes, atentos.
Hijo menor: ¡Señor Zapatero, Señor Zapatero! Por favor, necesito que le haga a mi gato un par de botas. Lo he traído para que le tome las medidas.
Zapatero: Bien. (Al gato). Acércate para tomarte las medidas. Menos mal que eres pequeño, porque los materiales están escasos. Uy, que difícil está todo. Y cada vez más caro. (T) Completo. Ven mañana. Gato: Muchas gracias. (Música ambiente. Golpes de claveteo. Iluminación fuera.)
Escena 10
Iluminación del nuevo día. Música del gato. El gato canta algo bien conocido.
Gato: (Entra a escena cantando o silbando). Ja, que bien quedaron mis botas. No hay dudas que este zapatero es muy bueno. (Se las calza, toma un saco, ríe de forma pícara). Ja, ja. Ahora echaré un poco de grano en este saco y a cazar como todo un experto. Ah, y necesito esta cuerda. (Se lo echa al hombro sale en dos patas como si fuera una persona).
Escena 11
El Narrador sale casi a la vez que el gato se marcha.
Narrador: Por aquellos tiempos reinaba en el país un rey al que le gustaba mucho comer perdices. Para quienes desconocen lo que es una perdiz: es una paloma similar a las que tenemos acá. Pero había tal miseria -en aquel reino-, que era imposible conseguir ni una paloma. El bosque entero estaba lleno de ellas, pero eran tan huidizas que ningún cazador podía capturarlas. Eso lo sabía el gato y se propuso que él hiciera mejor las cosas...
Escena 12
Música ambiental. El narrador, de derecha a izquierda, coloca la ambientación del bosque mientras el gato sale detrás, por la derecha. Música del gato. Al llegar al bosque, el gato abre el saco y lo coloca como trampa.
Gato: (Mira a todos lados). Este es un buen lugar para mi trampa. Abriré el saco para que se vean los granos, le pondré la cuerda con un nudo corredizo, la disimularé entre las hierbas; y me esconderé al acecho, detrás de aquel árbol.
Escena 13
Sonido ambiente, de aves. Llegan corriendo las perdices, caen en la trampa, una detrás de otra. Cuando ya había una buena cantidad dentro el gato tiró de la cuerda, cerró el saco corriendo hacia allí.
Gato: (Mientras tira de la cuerda) ¡Hurra! Las atrapé. Sale el gato tarareando o silbando la misma canción, con el saco al hombro, derecho al palacio del rey.
Escena 14
El narrador puede salir a cambiar la escenografía en silencio orgánico. Música del gato. Palacio del rey. 2 Guardias.
Guardia 1: ¡Alto! ¿Adónde vas?
Gato: A ver al rey.
Guardia 1: ¿Estás loco? ¡Un gato a ver al rey!
Guardia 2: Deja que vaya, que el rey a menudo se aburre y quizás el gato lo complazca con sus gruñidos y ronroneos... Además, mira que buen porte tiene.
Gato: Muchas gracias, buen caballero.
Escena 15
Trono del rey. Música instrumental agradable.
Gato: (Hace reverencia). Mi honorífico señor, el Excelentísimo Marqués de Caravallo y Guardalavaca del Valle de los Ingenios presenta los respetos a su señor el rey y le envía aquí unas perdices que acaba de cazar con lazo.
Rey: (Maravillado) Ji, ji. Gordísimas que están estas perdices. (Se dirige a los guardias) ¡Guardias! llenadle el saco con todo el oro que pueda cargar. (Dirigiéndose al gato) Llévaselo a tu señor y dale además muchísimas gracias por su regalo.
Escena 16
Sonido ambiente de la campiña, que entra por la ventana. El pobre hijo menor del molinero, en casa, se asoma a la ventana, se sienta junto a ella con la cabeza apoyada en la mano.
Hijo menor: (Meditabundo). ¿Qué haré? (Suspira). He gastado todo lo que tenía en hacerle unas botas a mi gato... Y, la verdad, dudo mucho que sirva de algo.
Escena 17
Música del gato. Entra el gato, descarga el saco de la espalda, lo desata y esparce el oro delante de su nuevo amo.
Gato: (Con aire indiferente, como si fuese muy normal) Aquí tienes algo a cambio de las botas, y el rey te envía sus saludos y te da muchas gracias.
Hijo menor: ¡Gggguao! (Mezcla de asombro y satisfacción).
Escena 18
Música de fondo, como de paso del tiempo por el paisaje campestre.
Narrador: El hijo menor del molinero se puso muy contento por aquella riqueza, sin comprender todavía muy bien cómo había ido a parar allí. Pero el gato se lo contó todo mientras se quitaba las botas...
Gato: Ahora ya tienes suficiente dinero, sí, pero esto no termina aquí.
Hijo menor: ¿Ah, no?
Gato: Mañana me pondré otra vez mis botas y te harás aún más rico... ¡Ya lo verás! Al rey le he dicho también que tú eres un Marqués de ilustre familia. Oscurece.
Escena 19
Amanece. Aparece el gato y se marcha al bosque, similar a la primera vez que salió de caza.
Gato: (Estirándose). Guaaa, hermosa mañana para conquistar el mundo.
Llega al lugar deseado. Monta su trampa y se tumba.
Gato: Este es el sitio ideal. Pondré aquí el saco con estas zanahorias dentro... Me haré el muerto y ya veremos si cazo o no cazo. Jeje.
Escena 20
Narrador: Tal como había dicho el gato, bien calzado, salió otra vez de caza y le llevó al rey buenas piezas. Así ocurrió muchas veces; y todos los días el gato le llevaba oro a su dueño. El rey llegó a apreciarlo tanto que podía entrar y salir, y andar por palacio a su antojo. (T) Una vez estaba el gato en un rincon de la cocina del rey, cuando llegó el cochero maldiciendo.
El gato disimulado en el rincon de la derecha.
Cochero: (Moviendose ) ¡Que se vayan al diablo el rey y la princesa! ¡Quería ir a la taberna a beber y a jugar a las cartas, y ahora resulta que tengo que llevarles de paseo al lago!
Escena 21
El gato corre a casa.
Gato: Uy, que buena idea se me ha ocurrido... (Ya con su dueño). Si quieres convertirte en Marqués y ser rico, sal conmigo y vente al lago a bañarte.
Hijo menor: (Sin comprender). Ehhh...
Escena 22
Sonido de movimiento de las aguas. En el lago. El hijo menor se desnuda por completo y se tira al agua. El gato esconde la ropa.
Hijo menor: Ja, ja. ¡Qué rica está el agua! ¿Por esto me has traído?
Gato: No, mi Señor, ya verá. (Con picardía) Usted siga siempre el juego de mis palabras. Ahora, lo primero es botar estas ropas viejas y pobres.
Escena 23
Música del gato. Música instrumental de corte. Pasea el rey por el lugar.
Gato: (Se lamenta con gran pesar). ¡Auxilio! ¡Ladrón! (Silencio, ve al rey) ¡Ay, clementísimo rey!
Rey: ¿Qué pasa?
Gato: ¡Mi señor se estaba bañando aquí en el lago y ha venido un ladrón que le ha robado la ropa que tenía en la orilla... (T) La chaqueta de terciopelo, los pantalones de seda, la camisa de holán, la corbata de encajes, su sombrero con plumas de la India, con rubíes y esmeraldas... (T) Ahora mi señor Marqués está en el agua y no puede salir. Como siga mucho tiempo ahí, se resfriará hasta morir!
Rey: (Detiene la caravana). Pero, ¿cómo es posible? (Dirigiéndose a uno de los siervos). Tú. Corre a palacio y trae ropas para el Marqués.
Escena 24
Narrador: De esta manera, el hijo menor, ahora presentado como un señor Marqués se puso las lujosísimas ropas del rey y, como ya de por sí el rey le tenía afecto por las perdices que creía haber recibido de él, tuvo que sentarse a su lado en la carroza. (T) El joven estaba colorado y nervioso por las ocurrencias de su gato; pero el Rey creyó que era por la belleza de su hija; pues no dejaban de mirarse los jovencitos. (T) La princesa tampoco se enfadó por ello, pues el Marqués era y bien parecido, de semblante noble; y le gustaba bastante. Así continuaron aquel paseo por las campiñas de la región. (T) Uhm, el ingenioso Gato estaba muy contento por lo bien que le había salido la partida y, sin que nadie lo viera se adelantó a la caravana para poner en práctica otra de sus brillantes ideas. (Como en susurro cómplice) Veamos...
Escena 25
Música del gato. El gato se adelanta a la caravana real. Llega a un campo donde más de cien campesinos trillan arroz.
Gato: (A viva voz). Eh, ¿de quién es este arrozal?
Campesinos: Del gran mago.
Gato: ¡Escuchen! El rey pasará pronto por aquí. Cuando pregunte de quién es esta finca, contesten: del Marqués de Caravallo. (T) Si no lo hacen, morirán todos.
Escena 26
El gato va a otro campo donde hay grandes potreros llenos de ganado, donde trabajan más de doscientos vaqueros.
Gato: (Hablando consigo mismo). Uhm, claro. Buena idea... (Al público) Iré a los potreros donde pasta el ganado.
Gato: (Casi gritando) ¡Eh, vaqueros! ¿De quién es este rebaño de vacas y carneros?
Campesinos: Del señor Mago.
Gato: ¡Escuchen! El rey va a pasar por aquí. Cuando pregunte de quién es este ganado, contesten: del Marqués de Caravallo. (T) Si no lo hacen, morirán todos.
Escena 27
Narrador: Y así, el Gato con botas se las arreglaba con su ingenio y sabiduría para mejorar la vida de su nuevo amo; (T) por no haberlo convertido en un par de guantes. (T) En medio de todas estas travesuras, el gato llegó a un magnífico bosque. Allí había más de trescientas personas talando los grandes árboles y haciendo leña. (T) Mirad lo que sucede.
Escena 28
Música del gato. Sonidos de tala de bosque.
Gato: Eh, leñadores, ¿de quién es este bosque?
Leñadores: Del señor Mago.
Gato: ¡Escuchen! El rey va a pasar por aquí. Cuando pregunte de quién es esta arboleda, contesten: del Marqués de Caravallo. Si no lo hacen así, morirán todos.
Escena 29
Narrador: El gato continuó aún más adelante y toda la gente lo siguió con la mirada. (T) Como tenía un aspecto tan asombroso y andaba por ahí con botas como si fuera una persona, todos se asustaban de él. Pronto llegó al palacio del mago, entró con descaro, como Pedro por su casa y se presentó ante él. (T) Muy atentos, niñas y niños, a las peripecias del Gato con botas...
Escena 30
Mago: (Con desprecio). ¿Quién eres y qué deseas? Me interrumpes.
Gato: (Hace una reverencia). Oh, magnífico señor Mago, he oído decir que puedes transformarte a tu antojo en cualquier animal. Si es en un perro, un zorro o también un lobo, puedo creérmelo; pero en un elefante me parece totalmente imposible. Por eso he venido; para convencerme por mí mismo.
Mago: (Orgulloso, lanza risa estridente) ¡Jajaja! Eso para mí es una minucia.
El Mago se transforma en un elefante. Sonido de elefante.
Gato: Oh, ¡Magnífico! Eso es mucho, pero ¿puedes transformarte también en un león?
Mago: Eso tampoco es nada para mí.
El Mago se transforma en un león al instante. Sonido de león.
Gato: (Sorprendido). ¡Increíble, inaudito! ¡Eso no me lo hubiera imaginado yo ni en sueños! (T) Pero..., aún más que todo eso sería si pudieras transformarte también en un animal pequeño. Seguro que tú puedes hacer más cosas que cualquier otro mago del mundo; sin embargo, convertirte en algo diminuto, por ejemplo, un ratón..., eso sí que será imposible para ti.
Mago: (Amable y vanidoso). Oh, sí, querido gatito, eso también puedo hacerlo.
Al instante el Mago daba saltos por la habitación convertido en un ratón. Sonido de ratón. El gato lo persiguió, lo atrapó de un salto y se lo comió.
Gato: (Mientras se toca la panza y alisa los bigotes). Uhm, qué sabroso. Jajaja.
Escena 31
Sonido ambiente de campo. El Rey continúa su paseo acompañado de su Hija y el nuevo Marqués. Llegan a la gran pradera.
Rey: ¿De quién es este arroz?
Campesinos: ¡Del señor Marqués de Caravallo!
Rey: Vaya. Ahí tienes un buen pedazo de tierra, señor Marqués.
Escena 32
Después cruzaron cerca de la vaquería.
Rey: Eh, gente, ¿de quién es este ganado?
Campesinos: Del señor Marqués de Caravallo.
Rey: (Emocionado). ¡Vaya, señor Marqués, grandes y bonitas vacas y chivas tienes!
Escena 33
Llegan al bosque.
Rey: Eh, gente, ¿de quién es esta arboleda tan grande?
Leñadores: Del señor Marqués de Caravallo.
Rey: (Más asombrado). Tienes que ser un hombre muy rico, señor Marqués. Yo no creo que tenga un bosque tan magnífico como éste.
Escena 34
La caravana llega al Castillo del Mago. Suenan unas campanadas.
Narrador: (Suave, parsimonioso). Al fin, el Rey y quienes le acompañaban llegó al Castillo del Mago. El gato estaba arriba, en la escalera observando el panorama. (T) Cuando la carroza se detuvo bajó corriendo de un salto, abrió las puertas y...
Gato: (Grandilocuente). Oh, excelentísimo y admirado Señor rey, ha llegado al palacio de mi señor, el Marqués de Caravallo, a quien el honor de su visita le hará feliz todos los días de su vida.
Rey: (Asombrado observa a todas partes). Un majestuoso palacio, lo veo más grande y más hermoso que mi propio castillo. Es una maravilla.
Escena 35
Música clásica de salón. Un titiritero manipula los títeres representando la boda, mientras el narrador sale del retablo similar al comienzo de la obra. Cambia la escenografía y las luces.
Narrador: El Marqués, por su parte, condujo a la princesa escaleras arriba hacia el salón, que deslumbraba por completo de oro y piedras preciosas. Entonces la princesa le fue prometida en matrimonio al Marqués, y cuando el rey murió, aquel hijo menor del molinero, que solo había heredado un minino, se convirtió en rey. (T) Y si me preguntasen por el gato, les diría que nuestro intrépido Gato con botas, llegó a ser primer ministro. ¿Qué les parece? (Silencio). Yo ahora me marcho. Espero nos volvamos a ver. Hasta la vista.
FIN
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