Esta ciudad me estresa: ¡A viajar! (Es-En)
Hola, sobrinas y sobrinos amantes de las aventuras familiares a tope. Feliz estoy de compartir una vez más en esta #comunidad con sabor a estilo de vida (#hive-187189 ).
Antes de continuar: muchas gracias, amiga y amigo, por visitar mi blog y leer estas páginas que vuestro tío les dedica con tanto cariño.
Hoy, como bien mencionaba mi amigo @emiliorios en su post
¡Estoy de cumpleaños!
Viaje de regalo
Desde hace dos meses decidimos Lucía y yo visitar la ciudad de Matanzas, con la idea de mostrarle las famosas "Cuevas de Bellamar". Pero circunstancias lo impedían cada vez que lo intentamos. Por fin, logramos reservar y, para suerte de bienes y alegrías se nos unieron mi sobrina Tali, la mejor amiga de aventuras en muchos años y Dayner ( @vazqueztravels ) otro gran amigo con quien he podido compartir varios desafíos como la vez que atravesamos a pie El Escambray de Cienfuegos a Trinidad, por El Nicho-Parque Guanayara-Topes de Collantes-Playa Ancón.
A través de la aplicación "Viajando" reservé pasajes en el Tren Habana-Santiago de Cuba rumbo a Matanzas.
Vivimos en el municipio La Lisa, en las afueras de la ciudad. Por lo que para tomar trenes y autobuses hay que ir al centro de esta capital. Uhm. No contábamos que nos esperaba una sorpresa al llegar a la Habana Vieja.
Pero se los cuento un minuto después.
Recargar las baterías
Antes de partir, en especial hacia un viaje desconocido, sin agenda ni cabos atados de antemano, nada más conveniente que recargar las pilas con la energía del amor. Y, como ese tío entra por la cocina, qué mejor que te lo demuestren con el buen almuerzo que nos regalaron antes de salir hermanas y hermanos queridos de nuestra Iglesia.
El simple pero suculento manjar estaba dotado de un arroz amarillo de sabor exquisito, con equilibrio magistral; ensalada mixta de aguacate y pepino; bebidas gaseosas; y el postre.
Como es de esperarse por parte de Silvia, nada se compara con el Flan oloroso, y rico que ella esculpe con las #artes de la dedicación (madre de la alta cocina). Varias fueron las expresiones -Tali una de ellas-, de: “…este es el flan más sabroso que he comido en mi vida”.
He recibido muchos regalos en estos días: dentro y fuera de Cuba; entregados, enviados, compartidos… Pero cuatro capitulan la jornada, el regalo de @adaletitiritero , las felicitaciones de mi amigo @emiliorios en su post cumpleañero de hoy, el flan de Silvia y este viaje bendecido desde el principio.
A caminar el mundo
Como parte de esos milagros cotidianos que siempre nos recuerda @neuropoeta en sus iniciativas de domingo, muchos de los sucesos más agradables y fantásticos se los anoto a esta modalidad de supervivencia anímica.
Salimos después de un buen almuerzo, el Metrobús pasó al poco rato de llegar a la parada, los helados que compramos estaban buenos y… Tan, tan. La estación de Trenes estaba más cerrada que la taberna de una peli del oeste durante un duelo.
Supongo que al no poder entrar a Santiago de Cuba el tren después de paso del Huracán Melissa, no los han activado aún. Caímos de incautos y desinformados.
Quedaban dos de tres opciones (porque la tercera no pasó jamás por la mente): Tomar la ruta A40 hasta las playas del este, Guanabo; o ir para la Terminal de última hora, detrás del Castillo de Atarés (me recordó el post de @neysi71).
Nos decidimos por la segunda.
Llegamos en apagón a la Terminal y antes de poder anotarnos en la lista de espera, ya estábamos encima de un carro que estaba allí con los cuatro asientos que necesitábamos.
Seré breve, mi gente linda, porque quiero publicarlo hoy y son casi las 12 de la noche. Las campanadas están casi por sonar y yo, de ceniciento, debo irme a dormir satisfecho de haberles compartido esta pequeña página con premura.
Para colmo de bendiciones, al no saber hacia dónde vamos, nos pasamos de parada al llegar a Matanzas y nos llevó justo a donde Dios nos quería dejar: en las arenas debajo del puente de Río Canimar, en la carretera de Varadero.
Mañana espero podamos llegar a las Cuevas de Bellamar, visitarlas; y de ahí continuar camino a donde nos lleve el viento de las aventuras familiares.
Me despido de ustedes mientras intento subir las fotos y prepararme para recibir esta linda medianoche dentro de mi carpa abrazado de mi niña bella. A los lados, un gran amigo, y mi sobrina mochilera…
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Acaso, ¿puedo pedir más milagros?
Abrazos de cariño y agradecimiento,
Vuestro Tío Lucio el Viajero.
English Version
This city stresses me out: Time to travel! (Es-En)
Hello, nieces and nephews who love all kinds of family adventures. I'm happy to share once again in this #community with a lifestyle flavor (#hive-187189).
Before continuing: thank you so much, friend, for visiting my blog and reading these pages that your uncle dedicates to you with so much love.
Today, as my friend @emiliorios mentioned in his post
It's my birthday!
A gift trip
Two months ago, Lucía and I decided to visit the city of Matanzas, with the idea of showing her the famous "Bellamar Caves." But circumstances prevented it every time we tried.
Finally, we managed to book, and luckily for us, my niece Tali, my best adventure buddy for many years, and Dayner (@vazqueztravels), another great friend with whom I've shared several challenges, joined us. Like the time we hiked through the Escambray Mountains from Cienfuegos to Trinidad, via El Nicho, Guanayara Park, Topes de Collantes, and Ancón Beach.
I booked tickets for the Havana-Santiago de Cuba train to Matanzas through the "Viajando" app.
We live in the La Lisa municipality, on the outskirts of the city. So, to catch trains and buses, you have to go to the city center. Hmm. We weren't expecting a surprise when we arrived in Old Havana.
But I'll tell you about that in a minute.
Recharging Our Batteries
Before departing, especially on an unknown journey, without an itinerary or any pre-arranged plans, nothing is more beneficial than recharging our batteries with the energy of love. And, since love enters through the kitchen, what better way to demonstrate it than with the wonderful lunch our dear brothers and sisters of our Church treated us to before leaving?
The simple yet succulent meal included exquisitely flavored yellow rice, masterfully balanced; a mixed salad of avocado and cucumber; soft drinks; and dessert.
As expected from Silvia, nothing compares to the fragrant and rich flan she crafts with the art of dedication (the mother of haute cuisine). Several people—Tali among them—expressed: “…this is the most delicious flan I have ever eaten.”
I have received many gifts these past few days: both inside and outside of Cuba; Delivered, sent, shared… But four things stand out from the day: the gift from @adaletitiritero, the birthday wishes from my friend @emiliorios in his post today, Silvia's flan, and this trip blessed from the start.
Let's walk the world
As part of those everyday miracles that @neuropoeta always reminds us of in his Sunday initiatives, I attribute many of the most pleasant and fantastic events to this form of emotional survival.
We left after a good lunch, the Metrobus arrived shortly after we got to the stop, the ice cream we bought was good, and… That's it. The train station was more closed than a saloon in a Western movie during a duel.
I suppose that since the train couldn't enter Santiago de Cuba after Hurricane Melissa, they haven't activated them yet. We fell for it, unsuspecting and uninformed.
There were two options left out of three (because the third never even crossed my mind): Take Route A40 to the eastern beaches, Guanabo; or go to the last-minute bus terminal behind Atarés Castle (it reminded me of @neysi71's post).
We decided on the second.
We arrived at the terminal during a power outage, and before we could even put our names on the waiting list, we were already on top of a car that was there with the four seats we needed.
I'll be brief, my lovely people, because I want to post this today, and it's almost midnight. The bells are about to ring, and I, like Cinderella, have to go to sleep satisfied that I've shared this little page with you in a hurry.
To top it all off, not knowing where we were going, we missed our stop when we got to Matanzas, and it took us right where God wanted us to be: on the sands under the Río Canimar bridge, on the Varadero highway.
Tomorrow I hope we can reach the Bellamar Caves, visit them, and from there continue on our way wherever the winds of family adventures take us.
I'm saying goodbye now as I try to upload the photos and get ready to welcome this lovely midnight inside my tent, cuddled up with my beautiful girl. On either side of me are a great friend and my backpacking niece…
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Could I ask for any more miracles?
Warmest regards and thanks,
Your Uncle Lucio the Traveler.