Muchas veces el hombre actúa injustamente por conveniencia, que a pesar de creer en Dios, se deja llevar por caminos incorrectos que no conducen a las bendiciones que otorga el señor. si bien es cierto, todos cometemos errores por tanto tenemos el derecho de enmendarnos ante el poder misericordioso de nuestro padre.
Confía en el Señor y en su justicia.
La justicia divina nos enseña que la prosperidad de los impíos es efímera