26/11/2019
Saludos apreciado lector.
En este asunto tiene mucho que ver con el sistema de creencias, costumbres, hábitos e información que configuró la psiquis desde la vida intrauterina en cada persona. Nuestros padres bebieron de la fuente de conocimiento de sus ascendientes, maestros, escuela, ambiente y medios de información respectivo, entre otros; ese cúmulo informativo se fue acomodando sin casi cambios sustanciales en la mente (sobretodo ***subconsciente***) y consolidó un sistema de conocimiento (o *desconocimiento*) con una verdad en particular. Así, cada ser humano tiene un perfil panorámico sobre lo real e irreal, lo cierto de lo incierto, lo justo de lo injusto, lo bueno de lo malo, la muerte y el más allá...

bajo liencia de Dominio Público Las culturas más antiguas de que se tenga registros de su existencia, dejaron grabados en cavernas y otros monumentos megalíticos su postura respecto a la muerte. La civilización egipcia tenía la creencia que para el tránsito a la muerte debían llevar consigo algunos implementos, alimentos y aparte responder una especie de cuestionario contentivo de 42 preguntas.


Para lo anterior, se requerirá la adopción de un comportamiento ajustado a normas morales, sociales y espirituales que por tradición se han transmitido de generación en generación.
Por su parte, algunos testimonios de personas que han entrado en coma y algunas veces fueron reanimados después de permanecer cierto tiempo sin signos vitales, hablan de un encuentro con seres de mucha luz que salen a recibirlos. Ahora bien, si la materia (cuerpo) se encuentra inerte y conectado a sistema de oxígeno u otro equipo de animación artificial, cómo es posible que se relate experiencias de ser asistidos por seres o siluetas luminosas que en su mayoría tienen rasgos físicos anatómicos como la de familiares o seres queridos fallecidos tiempo atrás. Cómo puede estar sincronizadas las personas en estado de coma para describir una situación análoga en distintas partes geográficas y hasta simultáneamente.
Los antiguos griegos parecen haber alcanzado el conocimiento para comprender estas y otras preguntas que no son sencillas de contestar. La ciencia o investigadores científicos son sumamente escépticos a estos planteamientos, consideraciones que requieren el desprendimiento de toda esa capa de desconocimiento que empaña misterios que llegaron a conocer y maniobrar a su favor estos sabios y sabias. Casos de seres que estando conscientes del acto han desencarnado (muerto) con un amor y compasión que les dibuja una gran paz, armonía y dicha al separarse alma (energía) de su cuerpo (materia). Porque eso somos, materia y energía.
Imagen de PIRO4D disponible en Pixabay liencia Dominio público