Diseño realizado por mi persona en Canva
¡Hola, pequeños poetas!
Quiero compartirles en esta ocasión mi tercer poema escrito por mi persona. Tengo mucha creatividad y dedicación al escribir. Mucho tiempo sin que alguien me leyera y quiero utilizar esta hermosa plataforma de @literatos como un medio para hacerlo.
Hello, little poets!
I want to share with you on this occasion my third poem written by myself. I have a lot of creativity and dedication in writing. Long time without someone reading me and I want to use this beautiful platform of @literatos as a means to do so.
¡He conocido a la penumbra!, no por buscarla sino por ser mi consejera. He aprendido a lidiar con la ruptura, me he topado con su amarga presencia entre sonrisas espumosas, lidie con ella.
¡He conocido a la penumbra!, quien con furia punzante me dijo que: "El amor no lo tiene una sola persona, sino todas"... Y si me voy como he llegado, decid que tarareé con ella.
He visto su semblante y opaca aura, que destroza la calma del taciturno y casi un turno de escape al suicida. Aquel que dice conocerla, ella no la conoce; puesto que no susurra al oído, no le canta a la luna, no le baila a las estrellas.
He temido sus rasgos inquietamente humanos, bifurca ~ la choza del solitario con delirios y se mueve como colibrí de lirio en lirio. Querida, sé que no puedes curar el letargo, ni la brusca herida dejada en mi pecho por corazones no correspondidos dejando huella en mi nido.
¡He conocido a la penumbra!, en el Valentín oscuro de mi gabán donde emigrarán con su maletín los recuerdos en su yate. Un consejo sabio dejado de forma absurda: "La vida es un caballo; para montar al caballo hay que acariciarlo; si pertenece al campo, no lo lleves al parque"
Objetivo nada claro su visita, me incita al odio que irrita entre risitas y la pupila que se dilata al ver un muerto viviente sabiendo que lo arrastrará. Si la vida la dicta el tic tac, esta cita tiene de obvio que hay algo que se escapa de mi comprensión y que pronto un hecho lo confirmará.
¡Pues, que haces tú aquí, descolorido agujero negro! alma que desarma almas, recipiente repugnante ante ti no tengo miedo. Consejos inexplicables para mi cruel llevadera vida es una incógnita, soy una personificación de un ermitaño que vislumbra la vida y muerte entre sus dedos.
Respuestas nunca obtuve de mis preguntas realizadas, aunque estar siempre en mi cueva es como a ella hacerle llamada. Siempre esta conmigo quieta en espera de que suceda lo ruin, y yo siempre estupefacto con cada pacto ignoró lo que ella solicita, sí...
Muchas rufianas memorias de mí; he llegado a recordarla, las veces que habla conmigo, las veces que me ignora. Puesto que nada entiendo y solo recuerdo la primera vez, en que una noche se presentó... y conocí la penumbra.