"Poder decir adiós, es crecer"
¿Es el hastío? Lo que te hace mirarme de esa forma ¿Es mi amargura? La que vacío sobre ti y ahora la tuya se colma ¿Acaso fue el tiempo? Que te ha mentido gradualmente sobre mí O, por el contrario, te ha contado la verdad que desconocías al fin
¿Era cierto acaso? ¿Qué tu y yo estábamos destinados?
Si tuviera tus ojos, me podría mirar sin la veta de ego que me sombrea Si tuviera tu corazón, sabría del dolor que cada segundo bombea Tal vez podría llorar, e incluso alcanzaría a escapar En cada parpadeo poder verme y a través de tus ojos llegar a conocerme Si tuviera tus piernas, quizás te ayudaría a correr, darte la fuerza para alejarte Pues con las mías, en realidad yo no lo hiciera y con mis ojos elegiría estar en la ceguera Pues, la verdad yo elegiría ser un honesto cobarde
¿Me he vuelto frío? ¿Qué dejé de hacer para dejar atrás la calidez de mi alma? ¿Serán las ruinas? En las que vivimos de una emoción que a ambos nos contamina ¿En que momento decidimos parar lo que alguna vez para ambos fuimos? Y nos volvimos tormento, tanto dolor, pero ¿Por qué no decidimos irnos?
¿Era cierto acaso? ¿Qué tú y yo estábamos destinados? A convertirnos el uno para el otro en fracaso
Si tuviera tus brazos, soltarías esta carga, el grillete que voluntariamente arrastramos Si tuviera tu voz la soltaría en grito, quizás por tristeza, tal vez por el rencor que despertamos Tal vez podría fácilmente continuar, Y podría definitivamente aceptar Que nuestra conexión se ha degradado al punto de no ser más que un vil lastre Te diría que te odio, y que me lleven los demonios del infortunio por alguna vez en ti fijarme Pero todas estas palabras no pasarán de ser una fantasía de lo que quisiera, un vulgar paso en falso infame Pues, la verdad yo elegiría ser un honesto cobarde
¿Era cierto acaso? ¿Qué tú y yo estábamos destinados? A convertirnos el uno para el otro en fracaso
Vamos, ¡suéltame las manos! Vamos, ¡suéltame las manos! ¡Atrévete a liberarnos! Conviértete en el hombre que yo he rechazado ser
Si tuviera tus ojos, me podría mirar sin la veta de ego que me sombrea Si tuviera tu corazón, sabría del dolor que cada segundo bombea Tal vez podría llorar, e incluso alcanzaría a escapar En cada parpadeo poder verme y a través de tus ojos llegar a conocerme
Si tuviera tus piernas, quizás te ayudaría a correr, darte la fuerza para alejarte Pues con las mías, en realidad yo no lo hiciera y con mis ojos elegiría estar en la ceguera Pues, la verdad yo elegiría ser un honesto cobarde
Pedro R. Vera
Social Media:**
Twitter:
Instagram:
©2022