Para mayor contexto, favor de leer el primer post.
 **Banner elaborado con Canva. Fotografía de autoría propia**
Para empezar, mi abuela y yo tuvimos una charla respecto a las finanzas. Tras realizar cálculos y dándonos cuenta de que hay varios gastos inevitables (la renta de la casa principalmente), se tomó la decisión de llevar a cabo únicamente el ultrasonido del abdomen superior, el cual se llevó a cabo este lunes 3 de agosto en la Clínica de Mérida. El precio normal de este estudio es de MXN$1097 pesos; con el descuento del 10% con la credencial del INAPAM, esos estudios costaron MXN$987 pesos.
Por lo tanto, los fondos recaudados tanto aquí como en otros medios (ventas, ahorros en otras plataformas), justamente de $900 en su totalidad, se destinaron a este estudio. La imagen lo incluiré en este mismo post mañana por la mañana, ya que no tuve tiempo de tomarle una fotografía.
Por ahora les comento que a mi abuelita consultó ayer 8 de agosto con el grastroenterólogo del Seguro Social. El médico nos confirmó que sí tiene la enfermedad y que la canalizará de inmediato a la Clínica de Hepatitis, área especializada del Seguro Social enfocada en esta enfermedad, en donde la valorarán para ver si es candidata al tratamiento. Lo irónico de todo esto es que el mismo médico nos hizo el comentario de que se le debió canalizar desde gerontología al momento, ahorrando así el tiempo de espera. Así mismo, le mandó endoscopía, procedimiento médico por el cual estaremos batallando debido a la cantidad de vueltas que nos han estado dando desde el día de ayer, así como nuevos laboratorios.
Dios quiera que sea en una fecha cercana y que pueda acceder al tratamiento, dado que el gastroenterólogo del Seguro nos comentó que son medicinas nobles (aunque carísimas) y que ella por su edad lo puede aguantar, dependiendo por supuesto de qué tan dañado se encuentre su hígado.
¡Saludos y bonito fin de semana!
