El médico en cuestión envió una serie de análisis de sangre rutinarios y especiales a razón de descartar cualquier enfermedad que pudiera tener relación con la reducción de sus plaquetas. Así mismo, solicitó la elaboración de ultrasonido del abdomen para ver el estado de su aparato digestivo, dado que mi abuela tiene piedras en la vesícula.
El estudio de sangre fue realizado el 16 de junio y el ultrasonido el 28 de junio. Los resultados que conocimos ese día fue que se le había detectado Hepatitis C, una enfermedad contagiosa vía relación sexual y contacto con la sangre infectada. Ahora bien, al solicitar la cita con el gastroenterólogo, la agendaron para el 8 de agosto de este año. Para la familia, aquella fecha era tardía, pues temíamos que en el transcurso pudiera sufrir mi abuela alguna complicación.
Se optó entonces por recurrir a la iniciativa privada en busca de una mejor orientación y una segunda opinión. De entrada, la doctora a la que fuimos a ver el pasado 11 de julio notó que el tono de su piel era tenuemente amarillo al igual que sus ojos, aunque nos tranquilizó diciendo que mi abuela no estaba muy mal, por lo que teníamos que tomar las cosas con tranquilidad.
La doctora, con profesionalismo y buen trato, revisó los análisis realizados por el Seguro Social. Fue entonces que nos sugirió realizar exámenes de segunda vuelta, a razón de que los estudios del hospital no están completos; así mismo, nos advirtió que los estudios podrían estar erróneos (curiosamente, el Seguro Social tiene *esa* fama). Enseguida giró orden para repetir estos estudios de sangre y de ultrasonido para tener un panorama más real.
Con base a la orden, solicité cotización en Laboratorios Clínicos de Mérida, ubicado en la calle 66 con 57 del Centro. El costo de todos los estudios, como verán ustedes en las siguientes imágenes, ascienden la cantidad de $10,340 pesos mexicanos ($550 dólares, de acuerdo con la última taza de cambio).

Los demás estudios pensamos realizarlos a finales de este mes, si no es que antes, para poder llevárselos a la doctora y, posteriormente, darle herramientas al médico del Seguro Social para su posterior seguimiento.
Agradezco su amable atención, y espero que esta semana les colme de bendiciones y mucha salud.