Relato: Poseidón en la cafetería

Poseidón Gioskrónou salió de su automóvil estacionado cerca de una calle principal del centro de Atenas. Era una mañana calurosa de verano cuando el CEO de Atlantis Athenes Group decidió ir a desayunar en una pequeña cafetería escondida en la zona menos turística de la ciudad. Le agradaba estar ahí, leyendo el periódico, disfrutando de aquella bebida sin ser molestado, con música lo-fi de fondo.

De forma repentina su teléfono empezó a sonar. Se sorprendió al ver en la pantalla el nombre de su hermano Hades. "¿Qué habrá pasado...? ¡Hola, Hades! ¿Qué sucede?"

La voz furiosa de Hades casi le rompía los témpanos. "*¡Poseidón Gioskrónou! ¡¿Me puedes explicar por qué carajo hay unos gastos exorbitantes de maquillaje y ropa de diseñador en la factura de la tarjeta de crédito de la empresa?!"*

Poseidón abrió los ojos de par en par. Una súbita realización hizo que se diera un facepalm. "Mierda... Creo que esa tarjeta se la di a Anfitrite por equivocación".

"*¡¿Qué qué qué?!"*

"Ahmmm... Bueno, sucede que le había tramitado a mi prometida una tarjeta de crédito del Banco Central de Atenas con el cual ella pudiera cubrir sus gastos. Como las dos eran iguales, no supe cuál de las dos era de ella y cuál era de Anfitrite".

"*¿Y no se te ocurrió revisar el sobre donde llegó la tarjeta? ¡Ahí se encuentra toda la información!"*

"Eh... No. Tiré el sobre".

"*... Creo que me tomaré unas vacaciones después de arreglar este desmadre. En verdad las necesito. Ahora, Poseidón, necesito que vayas con Anfitrite y arregles todo este desastre, o mínimo transfiere de esa tarjeta los 50 mil euros que gastó"*.

"¡¿50 mil euros?! ¡P-pero si su crédito apenas se acerca a los 25 mil!"

"*¿Me estás jodiendo?"*

"¡Te juro que es verdad, Hades! Oh, cielos..."

Desde el otro lado de la línea, Poseidón pudo escuchar el suspiro pesado de su hermano mayor, quien seguramente estará pensando en cómo zarandearlo por ese error tan monumental. Tragando en seco, añadió: "Si quieres, puedo transferirlos de mi caja de ahorros con todo y los intereses ahora mismo".

"*Está bien... Pero Poseidón, para la próxima tramita una tarjeta de crédito en otro banco. Y de paso tendré que aclarar a Hacienda esta situación antes de que nos caiga una auditoría encima*".

"Lo tendré en cuenta, hermano. Muchas gracias por la llamada. Te veo en la oficina en media hora".

"*Sí, sí...*"

Al terminar la llamada, Poseidón se tomó unos minutos para realizar la transferencia y llamar a su prometida, quien se encontraba en casa de sus padres.