Nota de la autora: Este relato acontece durante el capítulo 29 de Una terrícola en Titán.
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La fiesta que estaba celebrándose en la gran sala se encontraba en auge; nobles, militares y aristócratas levantaban las copas de vino jupiteriano en honor a aquellos que partirían a la campaña militar que pronto iniciaría contra los rebeldes de Urano. Borg era uno de los celebrados, y el que comandaría el franco central.
En otra ocasión se habría entregado a los deleites de la fiesta, discutiendo con sus amigos y rivales sobre las grandes hazañas que llevaría a cabo. Se habría ido con Ecclesía a celebrar de manera privada, con la pasión como su combustible.
Pero esa vez las cosas eran distintas. Ecclesía se había distanciado de él a raíz de la dolorosa confrontación que supuso para el general un duro despertar. Su padre estaba furioso porque no obedeció a la simple instrucción de quedarse callado y dejar que la situación se aclare. Y su esposa esclava había perdido la vida a manos de unos nativos de Titán, coincidentemente después de haber visto a través de los trucos de Ecclesía sus verdaderas intenciones.
Esa última pérdida fue un golpe duro para Niloctetes, su padre. El viejo general la consideraba como el hijo que ni su hermana Ralna ni él mismo serían. Una mujer silenciosa pero observadora, ingeniosa, poseedora de información antes privilegiada. Alguien a quien Ecclesía había visto como una amenaza al verse descubierta de hito en hito; alguien que los Padernelis quizás temerían, y desearían deshacerse de ella si hubiese permanecido a su lado.
*Que la Gran Madre decida su destino*, dijo él mismo hace un par de días atrás en la tienda del marqués de Fertz, el hombre a quien su esposa acompañó, el individuo que burlonamente le dijo que sus plegarias habían sido escuchadas al escuchar el grito de Güzelay en la lejanía.
*Si la hubieras detenido, idiota, ella estaría aquí*, le dijo su padre con amargura tras enterarse de la muerte de Güzelay.
"Si ella no se hubiera ido, Creonte la habría matado", musitó antes de dar la espalda y regresar a la fiesta.
