Una vez leí que si queríamos ver cómo era realmente una persona, lo pusiéramos a realizar un trabajo en una computadora con un internet lento. Y, cuando vi la iniciativa de @charjaim para la comunidad de #holos&lotous, rápidamente me acordé, porque la realidad es que una situación incomoda pone fácilmente de relieve qué clase de persona somos.
Por un lado están los que se resignan y simplemente se conforman con la situación en la que están. Poniendo el ejemplo de la persona que está frente a la computadora con un internet lento, fácilmente podría perder la paciencia pero al mismo tiempo no intentar mejorar el internet, demostrando que las circunstancias lo afectan pero sin motivarse lo suficiente para cambiarla. Por otro lado, están los que al analizar las condiciones, buscan zafarse de ello pero sin realizar la actividad solicitada, que sería el caso de la persona que simplemente dice no poder trabajar con ese internet tan lento. Y, por último, una persona que hace todo lo posible por llevar a cabo el trabajo y, al notar la deficiente señal de internet, procura hacer uso de los medios a su alcance para aumentar la potencia del mismo. Eso es solo un ejemplo, pero deja ver claramente que ante la incomodidad, podemos reaccionar de diversas formas.
Hablando de mí, recuerdo que años atrás me sentía bastante incómodo por tener que trabajar durante muchas horas cada día, incluso más de las 8 señaladas por la ley, para apenas recibir un sueldo que me alcanzaba solo para lo más básico. No me quedó otra opción más que aceptar esas circunstancias porque las oportunidades laborales eran escasas, pero la sensación de incomodidad me hizo seguir adelante, buscando un trabajo con mejores condiciones. Mientras trabajaba en esos lugares donde se explotaba a los trabajadores, seguía buscando otras alternativas. Después de algunos años, y varios trabajos difíciles, conseguí uno que se adaptaba a lo que yo buscaba desde hacia mucho tiempo. Así que puedo decir que no me conforme con lo que tenía y ya, sino que esa incomodidad generada por las circunstancias del trabajo en el que estaba me hicieron buscar una mejor opción. Después de 5 años en ese nuevo empleo, decidí que era tiempo de buscar algo mejor y actualmente trabajo por mi cuenta y desde casa. Así que estar incómodos en un lugar no tiene que desmoralizarnos, sino más bien servir de impulso para ir tras lo que realmente queremos.
Por otro lado, la incomodidad también puede presentarse en otras circunstancias, como por ejemplo, cuando estamos en un lugar o con alguna persona en particular. En mi opinión, esas son buenas señales para no permanecer allí, porque es nuestro mismo cuerpo el que no está advirtiendo de que algo no anda bien. Lógicamente, no estoy hablando de estar incómodos momentáneamente por algo que suceda en un momento determinado, sino a esa sensación de incomodidad que se mantiene por mucho tiempo. Es importante el escuchar nuestras emociones con la finalidad de tomar las medidas para estar bien.
Cuando estamos cómodos, conseguimos que nuestro cuerpo se mantenga saludable y tranquilo, mientras que al estar incómodos, nuestro cuerpo sufre y muchas veces se mantiene en posición de alerta. De allí la importancia de hacer todo lo posible por estar cómodos la mayor parte del tiempo. Claro, no siempre podremos cambiar nuestras circunstancias de inmediato, pero el solo hecho de tener claro que esas condiciones no son las que queremos para nosotros ya es el primer paso para evitar caer en el conformismo. Al fin y al cabo, nuestra propia felicidad siempre será muy importante.