Pasé de tenerlo todo a no tener nada aunque "nada" sea una ofensa para el "todo" que me hiciste recuperar con tus "te quiero".
Dentro de este caos que a veces por decencia tengo que llamarle "vida" apareciste tú con un nervioso "Hola" y un girasol entre las manos, tus manos estaban un poco sucias, rotas, lo recuerdo. Tus dedos un tanto rojos, salvajemente arañados, lo recuerdo. Y sin que me lo pidieras, ya no había una manera humanamente posible de olvidarme de ti.
Pero...Ahora me pregunto ¿Quién le hizo tanto daño a esas manos y por qué aún tenían fuerzas en ellas para sostener un regalo tan hermoso como un girasol?
Creaste mi teoría favorita; Se puede ser perfecto en la imperfección. Se puede ser luz incluso cuando te sientes oscuro.
Y así fue como me llenaste de luz el caos y me enseñaste a ver que existían más colores que el gris.
Tú eres como esas flores coloridas que están en el medio del jardín y te sacan una sonrisa, esas que hacen que todas las demás flores sean opacas ante su belleza y ¿sabes? El "medio del jardín" nunca es un lugar específico, es un lugar diferente para cada quién porque el medio del jardín lo determinas inconscientemente cuando ves la flor más hermosa de todo el jardín completo.
Y cariño, de verdad te digo que hasta la misma tristeza te tiene envidia, no logra quitarte la belleza incluso cuando no sonríes, así que no te preocupes.
Es que tú eres diferente, vas por la vida con tu magia así no más llenando de girasoles todo a tu alrededor, lo creas o no cariño, tengo que decirtelo. ¡Querida siempre serás! ¿Quién no podría querer a alguien como tú? No creas ya en quienes ensuciaron tus manos, dejales atrás, no entendieron lo simple que es cuidar a una persona como tú, tan bella, tan especial, de esas que llegan para hacer lo que ya nadie quiere hacer, esas que llegan para quedarse y que cuando se van es porque realmente le han pinchado mucho las manos.
Tú eres perfecta en mi imperfección, tú te ries de la vida y del desastre, burlas los sistemas, rompes todas las reglas y las normas, y dentro de todo ese pequeño cúmulo de rebeldías muy bien justificadas por esos labios rosados y esa mirada pícara que se come al mundo, haces que todos mis días sean un eterno "no me quiero ir a dormir aún" sólo para siempre mantenerme despierta buscando una posible manera de quererte más.
Poema por: @victoriadimeco Imagen