El día que me sentí de alta alcurnia/ Tha day I felt high rank

 Hola y buen día a todos mi querida y estimada comunidad de HIVE. Espero que estén muy bien estos días, si tienen frío espero que les llegue algo de calor, si tienen calor espero que les llegue algo de frío y si están lavando espero que no llueva. El día de hoy quiero contarles una experiencia que fue emocionante para mí, ese día me sentí de la alta alcurnia y es que nada más y nada menos su humilde servidora fue a un hotel, y no es que jamás en mi vida haya ido a uno, sino que si eres un niño no aprecias la experiencia como lo haces siendo adulto (y la realidad es que más allá de un full day no me he quedado en un hotel) solo en posadas fuera del estado.    En esta ocasión tampoco me quedé a dormir, pero fue para ir a un evento en el que mi papá y el grupo del taller de carpintería de ribera daría una exposición, y fue nada más y nada menos que en el hotel WYNDHAM, o como anteriormente lo conocían los turistas y margariteños, Hotel Concorde. Llegamos allá en un bus que habían prestado para ir y mi papá nos invitó a mi mamá y a mí, así que cuando llegamos al hotel (el cual solo conocía por nombre) quedé loca ya que se encontraba prácticamente en una ubicación alejada, es el único edificio que vez entre una costa de la playa y el resto de la ciudad, tenía muchos pisos y al entrar el potente aire acondicionado refrescaba y en mi caso, congelaba tu cuerpo.    Para ir a la sala de juntas como éramos muchos tuvimos que usar las escaleras, y subir dos pisos los cuales en la parte de la escalera que subíamos había un móvil de madera en forma de pez que le gustó mucho a mi mamá. Llegamos a la sala de conferencias y hacía un frío más grande que el de afuera de ambiente en el hotel, estuvimos un total de 4 o 5 horas allá, logré divisar el área de la piscina y me asuste al escuchar mi voz bajo una especie de amplificador que tenía el pasillo del lobby, el hotel tiene una vista del mar bellísima y todo fue hermoso, hasta los baños donde me tome fotos, jajaja.      Gracias por leerme…   Hello and good morning to all my dear and beloved HIVE community. I hope you are all doing well these days. If you are cold, I hope you get some warmth; if you are hot, I hope you get some coolness; and if you are doing laundry, I hope it doesn't rain. Today I want to tell you about an experience that was exciting for me. that day I felt like royalty because yours truly went to a hotel, and it's not that I've never been to one in my life, but when you're a kid you don't appreciate the experience as much as you do as an adult (and the reality is that I've never stayed in a hotel for more than a full day), only in inns outside the state.    On this occasion, I didn't stay overnight either, but it was to attend an event where my dad and the river carpentry workshop group would give a presentation, and it was at none other than the WYNDHAM hotel, or as tourists and Margariteños used to know it, the Concorde Hotel. We got there on a bus that had been lent to us, and my dad invited my mom and me, so when we arrived at the hotel (which I only knew by name), I was amazed because it was located in a remote area. It is the only building you see between the beach and the rest of the city. It had many floors, and when you entered, the powerful air conditioning cooled you down and, in my case, froze your body.    To get to the meeting room, since there were so many of us, we had to use the stairs and go up two floors. On the staircase, there was a wooden mobile in the shape of a fish that my mom really liked. We arrived at the conference room, and it was even colder than outside in the hotel. We spent a total of four or five hours there. I managed to spot the pool area and was startled to hear my voice under a kind of amplifier in the lobby hallway. The hotel has a beautiful view of the sea, and everything was beautiful, even the bathrooms where I took pictures, ha ha ha.     Thanks for reading...