Regresando a C.C Parque Costa Azul/ Comeback to C.C Parque Costa Azul

 Hola y ¿cómo están mi querida y estimada comunidad de lifestyle? Espero que esta semana la hayan pasado muy bien. Como les comenté en una anterior publicación, el día de ayer, primero de octubre junto con mi mamá fuimos a comprar nuevamente mis tacones para la graduación, ahora queda un mes y tengo que conseguir mucho más rápido mis cosas para poder estar lista y que nada me falte. Llegamos al centro de Porlamar y nos dispusimos a revisar el boulevard para ver si encontrábamos una tienda de Mr Price que no estuviera en remodelación, y no encontramos una. Así que otra vez fuimos a la tienda ShoeBox para medirme los modelos de tacones de la sucursal de Forever 21 que tenían, específicamente el modelo que quería nuevamente solo había en talla 40, así que tuve que pedir que me trajeran modelos de los tacones disponibles en mi talla y cuando voy a probarme una talla 37 (la que en realidad resulta ser mi talla de pie en tacones) los tacones me quedan grandes, así que me di cuenta que para algunas marcas de tacones como Forever 21 soy talla 36 (es la primera vez en mi vida que calzo esa talla).  Por insistencia de mi mamá me probé unos tacones rojos patente muy lindos, los cuales ya me había medido anteriormente para mi tesis, pero simplemente el color no me convencía, aunque ella me dijera que el color de mi vestido quedaría hermoso con esos tacones rojo oscuro.   Luego me probé unos tacones plateados muy lindos que había ahí, la cuestión era que su tacón era delgado, es decir, tacón de aguja y además de que soy malísima para los tacones de aguja muy altos, me daba miedo que el día de la graduación no pusieran una alfombra sobre la grama y me tocara caminar sobre la tierra y se enterraran en el suelo los tacones.   Por último, me probé unos tacones de tacón grueso bajo que tenía de opción para usar ya que eran de punta cerrada en el frente y con brillos, pero a la hora de probármelos a mi hermana mayor que daba su opinión vía WhatsApp) no le gustaron ya que decía que eran tacones de señora y a mí no me terminaron gustando ya que podías ver los bordes de los dedos y no los tapaba la parte del frente así que los descarte y fuimos al C.C Parque Costa Azul.   Admito que este año esa era la segunda vez que iba luego de exactamente 7 años sin ir, ya que la última vez que fui, fue para despedir a mi hermana mayor antes de irse a Argentina, así que tal cual como la última vez que fui, el Costa Azul parecía como una ciudad fantasma, había una tienda abierta, al menos 3 tiendas cerradas y así sucesivamente por todos sus pasillos, aunque por lo que vi había una que otra tienda nueva a la vez que me di cuenta que algunos de los locales serían abiertos nuevamente con tiendas nuevas igual.    Y bueno, luego de caminar dos veces el Costa Azul primero nos detuvimos en una tienda que le recordé a mi mamá que ya habíamos visto en Sambil y cuyos tacones ya me había probado en marzo para la Tesis, entonces ella me dijo que probáramos la teoría de que soy para algunas marcas talla 36 a ver si el tacón que en ese momento me quedaba suelto, me calzaba y efectivamente la teoría de mami resultó ser cierta, me probé los tacones talla 36 y me quedaron excelentes, pero lo único que no me terminó de convencer de ellos es que eran muy altos y necesitaba comodidad antes que altura. Así que los dejamos de opción 1.    Entonces luego de quedarnos a repasar las opciones que teníamos, entre esas ir a Sambil a probarme los tacones talla 36 que no me había podido comprar, una tienda frente a mí me llamó la atención “Klatdona” por lo que recuerdo (estaba tan distraída que no pude tomarle foto jaja) ya que tenía ropa morada en sus maniquíes, así que nos acercamos y vimos unos hermosos tacones plateados de escarcha con piedras brillantes en los bordes y tacón no muy alto que nos llamó la atención, al principio teníamos miedo de entrar ya que usualmente las tiendas que se ven así son caras, pero lo que nos sorprendió es que la verdad no era así. Me los probé y me sentí en el cielo, eran cómodos, tapaban mis dedos muy bien y no eran muy altos o bajos, eran elegantes y sobre todo del color que buscaba, plateado. Así que luego de sacar cuentas me los compre, hasta me sentí de la alta alcurnia cuando saque mi poderosa tarjeta del Banco de Venezuela y dije “me los llevo”. Y así que pude regresar a mi casa limpia, pero feliz.    Espero que les haya gustado y gracias por leerme.   Hello, how are you, my dear and beloved Lifestyle ? I hope you had a great week. As I mentioned in a previous post, yesterday, October 1, my mom and I went shopping again for my graduation heels. Now there's only a month left, and I have to get my things much faster so I can be ready and make sure I have everything I need. We arrived in downtown Porlamar and set out to check the boulevard to see if we could find a Mr. Price store that wasn't undergoing renovations, but we couldn't find one. So, we went back to the ShoeBox store to try on the heel models they had from Forever 21, specifically the model I wanted again, but it was only available in size 40, so I had to ask them to bring me models of the heels available in my size. When I tried on a size 37 (which is actually my shoe size for heels), the heels were too big for me, so I realized that for some heel brands like Forever 21, I am a size 36 (it's the first time in my life that I've worn that size).  At my mom's insistence, I tried on some very pretty red patent leather heels, which I had already tried on before for my thesis, but I just wasn't convinced by the color, even though she told me that the color of my dress would look beautiful with those dark red heels.   Then I tried on some very pretty silver heels that were there, but the problem was that they had thin heels, i.e., stiletto heels, and besides the fact that I'm terrible at walking in very high stiletto heels, I was afraid that on graduation day they wouldn't put a carpet on the grass and I would have to walk on the dirt and the heels would sink into the ground.   Finally, I tried on some low, thick-heeled shoes that I had as an option to wear since they were closed-toe and sparkly, but when I tried them on, my older sister, who was giving her opinion via WhatsApp, didn't like them because she said they were old lady heels, and I didn't end up liking them either because you could see the edges of my toes and they weren't covered by the front, so I discarded them and we went to the Parque Costa Azul shopping center.   I admit that this year was the second time I had been there after exactly seven years without going, since the last time I went was to say goodbye to my older sister before she left for Argentina, so just like the last time I went, Costa Azul seemed like a ghost town. There was one store open, at least three stores closed, and so on throughout all the aisles, although from what I saw, there were a few new stores, and I realized that some of the spaces would be reopened with new stores.    Well, after walking through Costa Azul twice, we first stopped at a store that I reminded my mom we had already seen in Sambil and whose heels I had already tried on in March for my thesis. She then suggested we test the theory that I am a size 36 for some brands to see if the heels that were loose on me at the time fit me. And sure enough, my mom's theory turned out to be true. I tried on the size 36 heels, and they fit me perfectly, but the only thing that didn't quite convince me about them was that they were very high, and I needed comfort over height. So we left them as option 1.    Then, after reviewing the options we had, including going to Sambil to try on the size 36 heels I hadn't been able to buy, a store in front of me caught my attention. I remember it was called “Klatdona” (I was so distracted that I couldn't take a picture of it, haha), because it had purple clothes on its mannequins. so we went over and saw some beautiful silver frosted heels with shiny stones on the edges and not too high a heel that caught our attention. At first, we were afraid to go in because stores that look like that are usually expensive, but what surprised us was that it wasn't like that at all. I tried them on and felt like I was in heaven. They were comfortable, covered my toes well, and weren't too high or too low. They were elegant and, above all, the color I was looking for: silver. So, after doing the math, I bought them. I even felt like royalty when I took out my powerful Banco de Venezuela card and said, “I'll take them.” And so I was able to return home clean but happy.    I hope you liked it and thank you for reading.