¡¡VOY A RECOGER FLORES AL CAMPO!!... Le digo a mis padres que están dentro del bohío. Salgo corriendo por la guardarraya sin mirar atrás. Corro rápido porque mis pies descalzos ya conocen el camino. Primero las palmas, después los almendros y luego… mi lugar favorito, ¡Margaritas!, un mar de coquetas flores que no temen mostrar lo más bello de su estructura.
Caigo arrodillada ante tanta hermosura y es entonces cuando lo escucho llegar, mi corazón se acelera ya no por la carrera. Se mueve despacio hacia mí y yo no quiero voltear, es él, ¡sé que es él!, conozco la cadencia de sus pasos, el aroma a madera recién cortada, sus manos entrenadas en mí, en saber quién soy y dónde amanezco. Su aliento en mi oído y mi cuerpo reposando en un arcoíris de margaritas…
Las flores devuelven mi silueta, la humedad, la brisa que revuelve mi cabello haciendo que caigan pétalos como lluvia. El aroma a madera ocupando cada lugar en mí. Se marchó igual que llegó, despacio, sin promesas. Sonrío cómplice de su ausencia, porque solo yo sé, que mañana, vuelvo a florecer en el campo.
Antonios Ntoumas from Pixabay">
"I'M GOING TO PICK FLOWERS IN THE FIELDS!" I tell my parents, who are inside the hut. I run out over the barrier without looking back. I run fast because my bare feet already know the way. First the palm trees, then the almond trees, and then... my favorite place, Daisies! A sea of flirtatious flowers that aren't afraid to show off their most beautiful features.
I fall to my knees before such beauty, and that's when I hear him approach, my heart racing, no longer from running. He moves slowly toward me, and I don't want to turn around. It's him, I know it's him! I know the cadence of his steps, the scent of freshly cut wood, his hands trained in me, in knowing who I am and where I wake up. His breath in my ear, my body resting in a rainbow of daisies...
The flowers return my silhouette, the humidity, the breeze that ruffles my hair, causing petals to fall like rain. The scent of wood filling every space in me. She left just as she arrived, slowly, without promises. I smile knowingly at her absence, because only I know that tomorrow, I will bloom again in the fields.
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