Recapitulemos un poco ¿Si?
Día Jueves.
Día Viernes
Aquí comienza el viaje. A la 1 de la tarde estábamos en el terminal de Brazil listos para arrancar hacia Boa Vista. El viaje, duró (si mal no recuerdo) tres horas. Atravesando extensiones de campos, lagos, casitas y jungla por toda la vía.
Llegamos al terminal de Boa Vista y tuvimos que esperar 4 horas hasta tomar el siguiente bus. Durante la estadía en el terminal, comimos algo antes de arrancar nuevamente hacia Manaus. Ese viaje, si duró toda la noche, atravesando el Macizo Guayanés hasta llegar a destino.
Día Sábado
Ya estábamos en Manaus. La espera allí fue más larga, pero pudimos refrescarnos mientras hacíamos tiempo para tomar nuestro primer vuelo; que era Manaus-Belem a las 4 de la tarde. Una vez el avión aterrizó, todos desembarcaron menos nosotros y una señora (realmente fue bastante gracioso el tener que quedarnos dentro del avión). A las 8, partimos hacia Sao Paulo, donde aterrizamos a las 12:30 a.m. del día siguiente.
Día Domingo
Ya faltaba menos. El cansancio era indescriptible, las emociones a flor de piel y los sentimientos encontrados. La familia, del otro lado de la línea constantemente preguntando cómo iba el viaje y las fuerzas eran cada vez menores. Finalmente, era la hora de tomar el último vuelo de la travesía. Sao Paulo-Montevideo. Parecía eterno, parecía inalcanzable; Sin embargo, aterrizamos con bien a las 4:30 a.m. en la capital de la República Oriental del Uruguay; estábamos en Montevideo y ya no había vuelta atrás.
A esa hora y a 4 grados de temperatura, Dios nos envió un angelito, que pasó la noche esperándonos en el aeropuerto. Haciendo que nuestra llegada a esta hermosa ciudad, fuera muchísimo más amena.
Todas las Fotografías presentadas en este Post fueron tomadas con la Cámara de un iPhone 6