Hola, comunidad de Empowertalent. Es un gusto saludarles. Deseo de corazón que su semana vaya de maravilla y que este sea un momento oportuno para atreverse a cumplir todas sus metas.
Esta semana, nuestra conversación gira en torno a la acción de atreverse, de dar ese paso final que a menudo nos llena de dudas. Es un momento crucial en el que la incertidumbre puede sembrar inseguridades en nuestra mente, enviando un mensaje erróneo a nuestro cerebro de que no somos capaces o de que inevitablemente fracasaremos. Sin embargo, en mi experiencia, atreverse es la chispa que enciende el motor del crecimiento personal y profesional.
Siempre me he considerado una mujer que se atreve y se arriesga, pero lo hago sobre bases sólidas. Esta distinción es fundamental, porque atreverse no significa actuar de manera impulsiva o irresponsable. Por el contrario, implica una profunda comprensión de la responsabilidad que cada acción conlleva y la aceptación de sus posibles consecuencias, tanto las positivas como las negativas. Es un acto de valentía consciente, no de fe ciega.
Hello, Empowertalent community. It's a pleasure to greet you. I sincerely hope that your week is going wonderfully and that this is an opportune moment to dare to achieve all your goals.
This week, our conversation revolves around the act of daring, of taking that final step that often fills us with doubt. It is a crucial moment when uncertainty can sow insecurity in our minds, sending the wrong message to our brains that we are not capable or that we will inevitably fail. However, in my experience, daring is the spark that ignites the engine of personal and professional growth.
I have always considered myself a woman who dares and takes risks, but I do so on a solid foundation. This distinction is fundamental, because daring does not mean acting impulsively or irresponsibly. On the contrary, it implies a deep understanding of the responsibility that each action entails and the acceptance of its possible consequences, both positive and negative. It is an act of conscious courage, not blind faith.
Hace un par de años, después de mis graduaciones de la universidad, tomé la decisión de continuar con mis estudios para obtener un posgrado. Dar ese paso fue una de las mejores decisiones de mi vida. En ese tiempo, reforcé una convicción que ya tenía: cuando me propongo algo con seriedad, slo cumplo. Este viaje académico no solo me proporcionó nuevos conocimientos, sino que también fortaleció la confianza en mí misma y mi capacidad para perseverar ante los desafíos.
Es completamente normal sentir que flaqueamos o tener temores en el camino. Yo misma lo experimenté. Hubo días en los que me sentía abrumada por la carga de trabajo; las noches de insomnio eran frecuentes. Ir a la universidad se convirtió en sinónimo de estrés, una presión constante porque sentía que la dificultad era mayor para mí que para mis compañeros. En esos momentos, me enfrenté a una encrucijada con dos únicas opciones: desistir y vivir con la carga de una meta que no logré alcanzar, o redoblar mis esfuerzos y luchar con todas mis fuerzas para culminar como los demás. Elegí la segunda opción.
El camino de un posgrado es largo y exigente, y pude ver cómo muchos de los que al principio parecían muy enfocados y motivados terminaron marchándose. Poco a poco, el grupo inicial, que era bastante numeroso, se fue reduciendo hasta que quedamos muy pocos. Y es con un gran orgullo que recuerdo que, a pesar de las dificultades, logramos terminar con éxito toda la escolaridad.
A couple of years ago, after graduating from college, I made the decision to continue my studies and pursue a postgraduate degree. Taking that step was one of the best decisions of my life. At that time, I reinforced a conviction I already had: when I set my mind to something seriously, I see it through. This academic journey not only provided me with new knowledge, but also strengthened my self-confidence and my ability to persevere in the face of challenges.
It is completely normal to feel like we are faltering or to have fears along the way. I experienced this myself. There were days when I felt overwhelmed by the workload; sleepless nights were frequent. Going to college became synonymous with stress, a constant pressure because I felt that the difficulty was greater for me than for my classmates. At that point, I faced a crossroads with only two options: give up and live with the burden of a goal I failed to achieve, or redouble my efforts and fight with all my strength to finish like the others. I chose the second option.
The path to a postgraduate degree is long and demanding, and I saw how many of those who seemed very focused and motivated at the beginning ended up leaving. Little by little, the initial group, which was quite large, dwindled until there were very few of us left. And it is with great pride that I remember that, despite the difficulties, we managed to successfully complete our studies.
De ese grupo reducido, solo seis estudiantes llegamos casi al final. Por lo menos, completamos la etapa académica, y estoy plenamente convencida de que esos mismos seis compañeros recibiremos juntos nuestros títulos de magísteres en un futuro cercano que espero con gran emoción. Confío en la sabiduría de Dios y en todas las facilidades que me brindó para poder llegar a este punto y decir con la frente en alto: "Me atreví y lo logré".
Durante este proceso, escuché a muchas personas criticar mi decisión de estudiar un posgrado. Sin embargo, con el tiempo he aprendido a analizar quiénes son esas voces. Me he dado cuenta de que, en la mayoría de los casos, quienes me critican no terminan haciendo ni la mitad de lo que yo hago. Sus palabras se convierten en ruido en el ambiente, que solo se escucha por momentos y luego se desvanece sin dejar rastro. La única opinión que realmente importa es la que tengo de mí misma y de mi capacidad para alcanzar mis sueños.
Finalmente, esta experiencia me enseñó que atreverse es, sin duda, una cualidad admirable, pero debe ir acompañada de un plan y un sentido de la realidad. Es vital tomar en consideración todo lo necesario para que el objetivo se realice de manera óptima, sin descuidar las demás responsabilidades de nuestro día a día. El verdadero éxito se encuentra en el equilibrio: entre la audacia de nuestros sueños y la disciplina para hacerlos realidad.
Of that small group, only six students made it almost to the end. At least we completed the academic stage, and I am fully convinced that those same six classmates will receive our master's degrees together in the near future, which I await with great excitement. I trust in God's wisdom and in all the opportunities He has given me to reach this point and say with my head held high, “I dared to do it, and I succeeded.”
During this process, I heard many people criticize my decision to pursue a graduate degree. However, over time, I have learned to analyze who those voices are. I have realized that, in most cases, those who criticize me do not end up doing even half of what I do. Their words become noise in the environment, which is only heard at times and then fades away without a trace. The only opinion that really matters is the one I have of myself and my ability to achieve my dreams.
Finally, this experience taught me that daring is undoubtedly an admirable quality, but it must be accompanied by a plan and a sense of reality. It is vital to take into consideration everything necessary for the goal to be achieved in an optimal way, without neglecting our other day-to-day responsibilities. True success lies in balance: between the audacity of our dreams and the discipline to make them come true.
Imágenes propias de Yeli Marín. Utilicé el traductor DeepL para compartirles la versión inglesa y la aplicación Canva para la foto de miniatura/ Own images by Yeli Marín. I used the translator DeepL to share with you the English version and the Canva application for the thumbnail photo.