Conscious habits / Little pieces of mine, very mine (ENG-ESP)

Nice Wednesday morning everyone. Grateful to this community that always welcomes us with open arms and to its columnists who offer us a topic of interest in each installment.

On this occasion, I participate in the initiative The power of conscious habits/Columnist for a day by our beloved @maylink.

I begin by describing myself as a being of customs. I find in routine a strange feeling of peace. I rarely make drastic changes or decisions without first having them through the sieve repeatedly. I know it may sound very boring, but I have managed to find the perfect balance and it works for me.

One of my perennial conscious habits occurs as soon as I get up in the morning, which consists of setting up the coffee maker and drinking a good coffee. I feel like, without that elixir, I don't get enough energy to start the day.

Then I prepare my son for school. And yes, even though he is now 13 years old and surpasses me in size, I still wake him up with cuddling, I get his clothes, his shoes, his socks ready. I prepare his breakfast, his snack. I bless his day and pray for him before he leaves home. It is without a doubt, my favorite conscious habit.

Something I need to do as soon as I'm alone, when I'm not working outside, is tidy up the house, since the messes and unmade beds usually prevent the words from flowing in my head when I try to write.

In Guyana I don't have friends, so I say good morning via WhatsApp to my friends and family in Cuba, in an attempt to maintain communication with them, to not feel so far away.

Then a cold shower to activate the whole body and then I sit down to read, comment, vote and reblog the posts I like, write a post, review and correct a story for a lost contest or finish writing the chapter of a novel that doesn't seem to be moving forward.

Although those who know me personally have a completely different image of me, the truth is that I am not a sociable person. It takes a lot of effort for me to feel comfortable communicating with people with whom I don't trust or have a close relationship.

I could spend a whole day talking to my friends, however, when I am in a circle of simple acquaintances, I try to escape the first carelessness. But, being beings who live and coexist in society, I have learned over the years to impose a conscious habit on myself: socializing.

So at least once a week, I go out to the rental hall where I live and greet everyone, worrying about their well-being, offering my help if they need it. The owner of the building herself always greets me saying: But, Yura, do you still live here? Once my shy actions of sociability are established, I return to the apartment and as I close the door behind me, I breathe a sigh of relief.

Can this attitude have a psychological explanation? I guess so, one of these days I will ask our dear @psicologopoeta to psychoanalyze me 😉, for now let me take you to another conscious habit: waiting for the return of my husband and my son with a snack on the table.

Seeing how their bodies, stressed from facing school and work, respectively, relax before my pampering and care is pleasant.

In the afternoons, I need to exercise, do cardio and do some weights in my bedroom, while I encourage myself and feel accompanied in the process by virtual fitness teachers.

Ah, one of my inviolable conscious habits is to pray before going to sleep, when I forget to do so, it is not possible for me to fall asleep.

I could tell you about many other habits, because our days are filled with bits of them, but I would run the risk of ending up overwhelming you.

So for today I say goodbye and before doing so I invite @@reinadeespadas and @yelainemh to join this beautiful initiative. I leave you a hug as strong as the warmest of your conscious habits.

This post was written without the use of AI. The images belong to me and the banners were designed in Canva.

English is not my native language, so I used Google’s free translator to make this translation. I apologize for any possible grammatical and agreement errors.

Thank you for visiting my blog. I hope you liked it and that you come back soon. I will be waiting for you. ¿Will you come back?

Linda mañana de miércoles para todos. Agradecida con esta comunidad que siempre nos recibe de brazos abiertos y con sus columnistas que nos ofrecen un tema de interés en cada entrega.

En esta ocasión, participo en la iniciativa El poder de los hábitos conscientes/Columnista por un día de nuestra querida @maylink.

Inicio calificándome como un ser de costumbres. Encuentro en la rutina una extraña sensación de paz. Rara vez hago cambios drásticos o tomo decisiones sin antes haberlas pasado, repetidamente, por el tamiz. Ya se que puede sonar muy aburrido, pero he logrado encontrar el equilibrio perfecto y me funciona.

Uno de mis hábitos conscientes perennes ocurre apenas me levanto en las mañanas, que consiste en montar la cafetera y tomarme un buen café. Siento que, sin ese elixir, no obtengo las energías suficientes para comenzar el día.

Después preparo a mi hijo para la escuela. Y sí, aunque tenga ya 13 años y me sobrepase en tamaño, sigo despertándolo con arrumacos, alisto su ropa, sus zapatos, sus medias. Preparo su desayuno, su merienda. Bendigo su día y oro por él antes de que salga de casa. Es sin lugar a dudas, mi hábito consciente favorito.

Algo que necesito hacer apenas me quedo sola, cuando no trabajo fuera, es acomodar la casa, pues los regueros y las camas sin arreglar, suelen impedir que fluyan las palabras en mi cabeza cuando intento escribir.

En Guyana no tengo amigos, así que le doy los buenos días vía WhatsApp a mis amistades y familiares de Cuba, en un intento de mantener la comunicación con ellos, de no sentirlos tan lejos.

Luego una ducha fría para activar todo el cuerpo y ahí sí, me siento a leer, comentar, votar y rebloguear los post que me gusten, a escribir algún post, revisar y corregir un cuento para algún concurso perdido o terminar de escribir el capítulo de una novela que parece no avanzar.

Aunque los que me conocen personalmente tienen una imagen completamente diferente de mí, lo cierto es que no soy una persona sociable. Me cuesta mucho esfuerzo sentirme cómoda comunicándome con personas con las cuales no tengo confianza o relación estrecha.

Podría pasarme todo un día hablando con mis amigos, sin embargo, cuando estoy en un círculo de simples conocidos, intento escapar al primer descuido. Pero, siendo seres que vivimos y coexistimos en sociedad, he aprendido con los años a imponerme un hábito consciente: socializar.

Así que al menos una vez a la semana, salgo al pasillo de la renta donde vivo y voy saludando a todos, preocupándome por su bienestar, brindando mi ayuda en caso de necesitarla. La propia dueña del edificio me saluda siempre diciendo: Pero, Yura, ¿tú aún vives aquí? Una vez establecidas mis tímidas acciones de sociabilidad, vuelvo al departamento y al cerrar la puerta detrás de mí, respiro aliviada.

¿Puede esta actitud tener una explicación psicológica? Supongo que sí, un día de estos le pediré a nuestro querido @psicologopoeta que me psicoanalice 😉, por ahora permítanme llevarlos a otro hábito consciente: esperar el regreso de mi esposo y de mi hijo con una merienda en la mesa.

Ver como sus cuerpos estresados de enfrentarse a la escuela y al trabajo, respectivamente, se relajan ante mis mimos y cuidados, es placentero.

En las tardes, necesito ejercitarme, hacer cardio y un poco de pesa en el cuarto de mi casa, mientras me animo y me siento acompañada en el proceso por profesores fitness virtuales.

Ah, uno de mis hábitos conscientes inviolables es el de orar antes de dormir, cuando olvido hacerlo, no me es posible conciliar el sueño.

Podría contarles sobre muchísimos otros hábitos, pues de pedacitos de ellos se nos llenan los días, pero correría el riesgo de terminar abrumándolos.

Así que por hoy me despido y antes de hacerlo invito a @reinadeespadas y a @yelainemh que se una a esta hermosa iniciativa. A ustedes les dejo un abrazo tan fuerte, como el más cálidos de sus hábitos conscientes.

Este post fue redactado sin el uso de IA. Las imagenes me pertenecen y los banners fueron diseñados en Canva.

Gracias por pasar por mi blog. Deseo que te haya gustado y que regreses pronto. Estaré esperando por ti. ¿Volverás?

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