Las caries de la luna [Teatro para niños] // The cavities of the moon [Children's theater] (ENG-ESP)

@yuraimatc · 2025-09-22 18:59 · Theater-Inside

Hola, linda tarde de lunes para todos. Lo prometido es deuda y aunque ayer no pude entrar por primera vez a esta maravillosa comunidad, hoy cumplo felizmente mi palabra. Y lo hago compartiendo un texto para niños que escribí hace dos años y que viene siendo una trilogía sobre la luna golosa compuesta por una poesía, cuento y la obra que a continuación les dejo. Espero que la disfruten muchísimo y que podamos encontrarnos pronto.



Título: Las caries de la luna

(En dos actos)

Personajes: Luna Llena / Lucero con barba blanca y bastón / Estrella / Constelación Ortopédica / Asteroide Clínico / Planeta Dermatólogo / Satélite Psicólogo / Meteorito Pediatra y Astronauta.

ACTO 1

Ambientación: Un espacio abierto con estrellas y planetas al fondo y en los alrededores. Las luces muy bajitas, casi a oscuras, imitando al cielo nocturno. Introducción: Es una noche como otra cualquiera cuando en toda la galaxia se escucha de repente el grito de la luna, que camina de un lado a otro con las manos sobre la mejilla.

— Luna Llena: (Adolorida) ¡Ayayayayaayyyyyyy!
(Se acerca con pasos lentos un lucero anciano de barba blanca y bastón en mano)

— Lucero: (Llegando) ¿Qué sucede?

—Luna Llena: (Llora) ¡Ayayayayayyyyyy! (Llega a toda prisa una estrella estrujándose los ojos)

— Estrella: (Preocupada) Abuelo Lucero, ¿a qué se deben esos alaridos?

— Lucero: (Examina mirándola de punta a punta) ¿Son ideas mías o te quedaste dormida en la guardia? ¡Qué barbaridad! No necesito ni que respondas. En mis tiempos nunca, nunca, nunca nos quedábamos dormidos.

— Estrella: (Tose con disimulo) Ejem, ejem, bueno y entonces, ¿qué le sucede a la luna? ¿Por qué está llorando, así?

— Lucero: (Deja de mirar a la estrella y se vuelve hacia la luna) No sé, ya le pregunté, pero no me responde, solo hace: ¡ayayayayayyyyyy!

—Estrella: (Sugiere) Seguro tiene dolor de barriga. ¿No la ves inflada?

— Lucero: (Niega) No está inflada, siempre luce así en su fase de luna llena.

—Estrella: (Recuerda) ¡Aaaaaah, sí, es cierto! ¡Qué despistada soy!

—Luna Llena: (Chilla) ¡Ayayayayayayyyyyyyyyyy!

—Lucero: (Decidido) ¡Qué va! Si ella no quiere decirnos lo que le pasa, tendremos que llevarla al Hospital de la Vía Láctea.

—Estrella: (Apoya) Me parece una maravillosa idea ¡Arriba, vamos, vamos!

(Cada uno toma a la luna por un brazo y la obligan a caminar, mientras esta niega con la cabeza, sin dejar de tocarse la mejilla. Salen) (El escenario queda completamente a oscuras)

ACTO 2

Ambientación: Escenario con un poco más de luz. Algunas camillas, accesorios de una sala de hospital, enfermeras que van y vienen. La Luna Llena está sentada en una camilla, rodeada por los médicos y sus amigos.

—Lucero: (Interesado) Entonces, doctores, ¿Qué tienen la Luna?

— Constelación: (Despacio) En todos los años que llevo como Constelación Ortopédica no había visto a nadie con huesos más saludables y fuertes. Por tanto, puedo asegurar que su padecimiento nada tiene que ver con mi especialidad. Así que me retiro y le deseo a la Luna una pronta recuperación. (Se marcha)

—Estrella: (Preocupada) ¿Y usted, doctor Planeta Dermatólogo, que nos puede decir?

—Planeta: (Despacio) En todos mis años de trabajo, nunca vi una piel más iluminada, así que su padecimiento nada tiene que ver con mi especialidad. ¡Cuánto lo siento! Solo espero que el Asteroide Clínico pueda ayudarlos. (Se marcha)

—Estrella: (Pregunta) ¿Usted qué le ve, doctor?

—Asteroide: (Suave) Ya le realicé un examen general completo y todo parece ir normal. Me temo que su padecimiento nada tiene que ver con mi especialidad. Adiós, estimada paciente. (Se marcha)

—Lucero: (Preocupado se dirige hacia el satélite psicólogo) ¿Sera que al final, el problema de la luna será que se ha vuelto un tilín lunática?

—Estrella: (Sacude el dedo índice con fuerza) ¡Ayayayy, ahora sí que estoy preocupada!

—Satélite: (Mirando a la luna a los ojos) Jum, yo, para ser sincero, soy un satélite psicólogo recién graduado y aunque a simple vista no vea nada malo con la luna, igual me gustaría darle turno para una consulta. Debe ser realmente estresante cambiar tantas veces de forma y de ánimos. (Escribe algo en un pequeño papel y se lo entrega a la luna) Y como su padecimiento nada tiene que ver con mi especialidad, me retiro, estimados míos. (Se marcha)

—Lucero: (Esperanzado, toma a un médico de la mano) ¡Usted sí que sabrá lo que le duele a nuestra amiga!, ¿verdad?

—Meteorito: (Lamenta) Si fuera luna nueva, puedo examinarla, pues para eso soy un meteorito pediatra, pero como ahora mismo está llena, no podré ayudarla. Su padecimiento… (Suspenso)

—Estrella y Lucero: (A dúo) ¡Nada tiene que ver con su especialidad!

—Meteorito: (Afirma) Exacto. Ahora, si me disculpan, debo volver a mi consulta. (Se marcha)

—Estrella: (Preocupada) Abuelito Lucero, ¿qué haremos ahora?

—Luna Llena: (Llora) ¡Ayayayayayyyyyyyyyyyyy! (Llega caminando despacio, como si flotara, un astronauta de traje plateado y zapatones blancos.

— Astronauta: (Alarmado) ¡Pero, que alaridos! Desde mi nave espacial pude escuchar tus gritos, luna lunera cascabelera.

—Luna Llena: (Llora) ¡Ayayayayayyyyyy!

— Astronauta: (Calmándola) Sí, ya sé que debe dolerte mucho y también creo saber la causa de tu dolor.

—Lucero: (Pregunta) ¿Y usted quien es, si se puede saber?

—Astronauta: (Amable) Soy simplemente un astronauta y como ya dije, quizás pueda aliviar el dolor que tiene la luna

—Luna Llena: (Bajito, quitándose las manos de la mejilla) ¡Ayúdame!

—Estrella: (Celebra) ¡Ay! Al fin dice algo más que no sea: ¡ayayayayyyyyy!

—Astronauta: (Amable) Lo hare, voy a ayudarte. Pero, por favor, debes hacer lo que yo te pida.

—Luna Llena: (Resignada) Lo haré.

— Astronauta: (Pide) Entonces, abre la boca y di: aaaaaaaaaaaa

—Luna Llena: (Abriendo la boca) Aaaaaaaaaa… (El astronauta alumbra el interior de la boca de la luna con una linterna)

—Astronauta: (Señala sin dejar de examinarla) Como sospeché: tienes dolor de muelas.

— Estrella y Lucero: (A dúo y alargando las palabras) ¿Dolor de mueeeeeelas?

(Intentan mirar también, pero el astronauta apaga la linterna y la luna cierra la boca).

—Astronauta: (Asegura) Pues sí, ese es mi diagnóstico. Tienes algunas caries por comer demasiados dulces.

(La luna se baja de la camilla y camina de un lado a otro, nerviosa)

—Lucero: (Protesta) ¡Eso no es posible! No existe tal cosa aquí arriba. Nunca, nunca, nunca hemos comido dulces.

—Astronauta: (Asegura) He examinado sus muelas y puedo decirle Abuelo Lucero que la Luna tiene caries por comer dulces.

—Estrella: (Protesta, mirando hacía todas partes con cara de detective) Alguien debió traerlos del planeta Tierra, pero he de encontrar al culpable, ya verán.

—Astronauta: (Sugiere) Quizás ella misma pueda darnos la respuesta, ¿no crees, luna?

—Luna Llena: (Nerviosa) Bueno, desde aquí me gusta mucho mirar cómo se mecen con el viento las cañas de azúcar.

—Lucero: (Nota) Ya lo ve usted, ella solo las mira. Y que yo sepa, nadie se enferma de los dientes por mirar a las cañas.

—Astronauta: (Insiste mirándola directo a los ojos) Luna lunera, ¿solo las miras desde aquí? ¿Nunca bajaste a comer alguna?

—Lucero: (Protesta) ¡Oh!, disculpe usted, pero debe ser un error. Todos sabemos que la luna jamás abandona su puesto de vigilancia durante la noche y que al llegar el día se acuesta a dormir, ¿verdad que sí?

— Luna Llena: (Apenada) Bueno, es casi siempre así.

—Lucero: (Asombrado y apoyándose con fuerza de su bastón) Pero, ¿qué escucho? ¿Acaso estuviste rondando los cañaverales en horario de trabajo?

—Luna Llena: (Se apresura a explicar) ¡No, no! Jamás abandono mi puesto. Justo cuando inicia su turno el sol, antes de que los rayos iluminen el cielo, corro a comerme dos o tres cañas y a beber el rico melado del central.

—Estrella: (Señala) ¡Ay, con razón siempre estás llena de chispitas de azúcar! Y por eso también eres tan dulce. ¡Ay, me gustaría tanto ir contigo un día de estos!

—Lucero: (Regaña) ¡Ya sabía yo que la juntamenta con esta estrella no era buena idea!

—Estrella: (Protesta) ¡Eh!, ¿y yo que he hecho?

—Lucero: (Regaña) ¡Siempre te quedas dormida en la guardia! No pienses que no me he dado cuenta.

(Se lleva una mano a la cabeza con dramatismo) ¡En mis tiempos las estrellas jamás dormían de noche y las lunas, nunca, nunca, nunca escapaban del cielo para ir a comer azúcar!

—Estrella: (Suave) Abuelito Lucero, no estés triste. Yo prometo ser una estrella fugaz tan despierta y alerta que hasta el sol me tendrá envidia.

—Lucero: (Riendo) Bueno, bueno, tampoco hay que exagerar. (Volviéndose hacia la luna) ¡Y tú, pequeña, mira todo lo que estás pasando por ser tan golosa!

—Luna Llena: (Sincera) Disculpa abuelo, es que no puedo resistirme a ese sabor. (Se lleva las manos a las mejillas y gimotea otra vez): Ayayayayyyyyy… ¿y ahora como me quito estas caries?

—Estrella: (Responde) ¡Yo no sé!

—Lucero: (Idem) ¡Y yo menos! Nunca, nunca, nunca he probado un granito de azúcar.

—Luna Llena: (Relamiéndose) Mmmmm…con lo sabrosa que es.

—Estrella y Lucero: (A dúo y alargando la palabra) ¡¿Disculpaaaaaaa?!

—Luna Llena: (Reacciona nerviosa) ¡Digo… yo… tu… el… nosotros… ustedes… ellos!

—Estrella: (Alarmada) ¡Ya no sabe lo que dice! (Llama poniendo ambas manos en forma de cono sobre su boca) ¡Doctor Satélite psicólogo! Venga, venga, yo creo que al final lo que tiene la Luna sí es de su especialidad.

—Astronauta: (Riendo) Tranquila Estrellita, la Luna no tiene nada bien. Solo está algo nerviosa, ¿verdad?

—Luna Llena: (Confirma) ¡Sí, sí, mucho!

—Lucero: (Celebra) Me alegro mucho, eso significa que estas arrepentida de escapar y que nunca, nunca, nunca volverás a hacerlo.

—Estrella: (Bajito) Yo no estaría tan segura.

—Lucero: (Pregunta) ¿Qué dices, Estrella?

—Estrella: (Niega) ¿Yooooooo? ¡Si ni siquiera he hablado!

—Lucero: (Mirándola fijo) ¡Juuuum! (Volteándose hacia el astronauta) Y usted, amigo astronauta, ¿podría decirnos como quitarle el dolor a la Luna?

—Astronauta: (Explica levantando el dedo índice) Lo primero y más importante será evitar las cosas dulces por un tiempo.

—Luna Llena: (Protesta) ¡Ay, nooooo! ¡Con lo que me gusta la raspadura de melado!

—Lucero: (Alarmado) ¡Pero!, ¿acaso escuche bien? Aun no se te quita el dolor de muelas y ya estás pensando en raspaduras de melado. (La mira severo y la luna agacha apenada la cabeza y guarda silencio).

—Luna Llena: (Se disculpa) Perdón, lo dije sin querer.

— Estrella: (Bajito) Ya decía yo, que este cuento tiene segunda parte.

—Lucero: (Pregunta) ¿Qué dices, Estrella?

—Estrella: (Niega) ¿Yooooooo? ¡Si ni siquiera he hablado!

—Lucero: (Mirándola fijo) ¡Juuuum!

—Luna Llena: (Decidida) ¡Seré responsable esta vez! Usted solo dígame como quitarme este dolor, amigo astronauta y prometo que... (Imita al lucero) Nunca, nunca, nunca probaré un dulce en ninguna de mis cuatro fases.

—Astronauta: (Consolándola) No es para siempre, es sólo hasta que te sientas mejor. Escucha bien, baja de vez en cuando a la Tierra y haz buchito con agua de un claro manantial. Toma tres pizcas de corazón de nube cada ocho horas, así aliviarás el dolor de muelas y cepíllate los dientes con polvo de estrellas para que estén relucientes.

(La luna saca un cepillo grande de sus bolsillos y se para firme en medio del escenario)

—Luna Llena: (Proyecta alegre) Y con este amigo que tengo en la mano, podre mantener mis muelas libres de caries. (Se voltea hacia el astronauta) ¿Verdad que sí?

—Astronauta: (Afirma) ¡Por supuesto! ¡Un buen cepillado mantendrá tus dientes sanos!

—Luna Llena: (Traviesa) ¡Entonces iré a buscar algunas cañas de azúcar! (Corre por el escenario)

—Estrella: (Proyecta) Pero Luna, ¿y las caries?

—Luna Llena: (Se detiene) ¡No olvidaré cepillarme esta vez! (Invita) Ven conmigo, estrella, vayamos juntas a la tierra.

—Estrella: (Alegre) ¡Sí, sí, que divertido! Espérame.

— Lucero: (Resignado) ¡Ay, estas pequeñas traviesas! ¡No tienen remedio!

—Estrella: (Tomándolo de la mano) ¡Vamos con nosotras, abuelo Lucero! ¡Vamos, vamos! (Lo lleva a toda carrera hasta donde está la luna)

—Luna Llena: (Dulce) Viaje con nosotras, abuelito, aunque sea solo esta vez. Ya verá cómo se ilumina el cielo cuando pruebe una raspadura de melado.

—Lucero: (Resignado) Bueno está bien, pero solo un ratico. (La luna y la estrella ríen y celebran, toman al lucero cada una por un brazo y corren fuera del escenario) (Todo queda totalmente a oscuras)

—Astronauta: (Enciende la linterna) ¡Oigan, esperen! ¡Yo también quiero ir, aunque luego me quede con la boca llena de granitos de azúcar! (Se voltea hacia el público y hace varias reverencias apresuradas) Gracias a todos, gracias. (Corre con la linterna detrás de la luna, la estrella y el lucero) ¡Espérenmeeeeeeee!

(Sale del escenario y todo el lugar queda totalmente a oscuras)

FIN



Este post fue redactado sin el uso de IA. Las imagenes fueron creadas en Chat GPT y los banners en Canva.

Gracias por pasar por mi blog. Deseo que te haya gustado y que regreses pronto. Estaré esperando por ti. ¿Volverás?





Hello, nice Monday afternoon for everyone. What was promised is a debt and although yesterday I was not able to enter this wonderful community for the first time, today I happily keep my word. And I do it by sharing a text for children that I wrote two years ago and that has been a trilogy about the greedy moon composed of a poem, a story and the work that I leave you below. I hope you enjoy it very much and that we can meet soon.



Title: The cavities of the moon

(In two acts)

Characters: Full Moon / Star with white beard and cane / Star / Orthopedic Constellation / Clinical Asteroid / Planet Dermatologist / Satellite Psychologist / Meteorite Pediatrician and Astronaut.

ACT 1

Setting: An open space with stars and planets in the background and in the surroundings. The lights were very low, almost dark, imitating the night sky. Introduction: It is a night like any other when the entire galaxy suddenly hears the scream of the moon, which walks from one side to the other with its hands on its cheek.

— Full Moon: (Painful) Ayayayayaayyyyyyy!
(An elderly star with a white beard and a cane in his hand approaches with slow steps)

— Lucero: (Arriving) What's happening?

—Full Moon: (Cries) Ayayayayayyyyyy! (A star arrives in a hurry, squeezing his eyes)

— Estrella: (Concerned) Grandpa Lucero, what are those screams due to?

— Lucero: (Examines, looking at it from end to end) Are these my ideas or did you fall asleep on duty? What an outrage! I don't even need you to respond. In my days we never, ever, never fell asleep.

— Star: (Coughs secretly) Ahem, ahem, well then, what happens to the moon? Why are you crying like this?

— Lucero: (Stops looking at the star and turns to the moon) I don't know, I already asked him, but he doesn't answer me, he just says: ayayayayayyyyyy!

—Star: (Suggests) He must have a tummy ache. Don't you see it inflated?

— Lucero: (Denies) It is not inflated, it always looks like this in its full moon phase.

—Star: (Remember) Aaaaaah, yes, it's true! How clueless I am!

—Full Moon: (Screams) Ayayayayayyyyyyyyyyy!

—Lucero: (Determined) What's up! If she doesn't want to tell us what's wrong, we'll have to take her to the Milky Way Hospital.

—Star: (Supports) I think it's a wonderful idea. Up, let's go, let's go!

(Each one takes the moon by one arm and forces her to walk, while she shakes her head, still touching her cheek. They leave) (The stage remains completely dark)

ACT 2

Setting: Stage with a little more light. Some stretchers, accessories from a hospital room, nurses coming and going. The Full Moon is sitting on a stretcher, surrounded by the doctors and her friends.

—Lucero: (Interested) So, doctors, what do you have about the Moon?

— Constellation: (Slowly) In all the years I have been an Orthopedic Constellation I have not seen anyone with healthier and stronger bones. Therefore, I can assure you that your condition has nothing to do with my specialty. So I retire and wish the Moon a speedy recovery. (leaves)

—Star: (Concerned) And you, Dr. Planeta Dermatologist, what can you tell us?

—Planet: (Slowly) In all my years of work, I have never seen brighter skin, so your condition has nothing to do with my specialty. How sorry I am! I just hope the Clinical Asteroid can help you. (leaves)

—Star: (Question) What do you see, doctor?

—Asteroid: (Gentle) I already performed a complete general examination and everything seems to be normal. I'm afraid that your condition has nothing to do with my specialty. Goodbye, dear patient. (leaves)

—Lucero: (Concerned, he heads towards the psychologist satellite) Could it be that in the end, the moon's problem will be that it has become a lunatic tilin?

—Star: (Shakes her index finger vigorously) Wow, now I'm really worried!

—Satellite: (Looking the moon in the eyes) Jum, to be honest, I am a recently graduated satellite psychologist and although at first glance I don't see anything wrong with the moon, I would still like to schedule an appointment for a consultation. It must be really stressful to change your form and mood so many times. (Writes something on a small piece of paper and hands it to the moon) And since your condition has nothing to do with my specialty, I withdraw, my dears. (leaves)

—Lucero: (Hopefully, takes a doctor by the hand) You really know what hurts our friend, right?

—Meteorite: (Laments) If it were a new moon, I can examine it, because that's why I'm a meteorite pediatrician, but since it's full right now, I won't be able to help you. His suffering… (Suspense)

—Estrella and Lucer

#hive-22222 #ecency #spanish #hivecuba #literatos #enlace #creativecoin #cryptocompany #archon #hueso
Payout: 0.000 HBD
Votes: 120
More interactions (upvote, reblog, reply) coming soon.