Hello friends I want to share a beautiful flower that adorns my house in my country We know it as the wax flower is associated with love, attraction. The Plaza Hoya scientifically called, also has unique features, is an equiporate equitable plant that retains water in its flesh leaves. The epiphyte plants in their natural habitat grow climbing in the trees and hanging on them, near a window oriented to the east or west where it receives filtered light.Friends This plant cultivates in my garden a lot of time I want to tell you that they gave me a very small bouquet and before you did not know that it was climbing. At first, he grew slow, me, inexperienced, guarded him every morning, asking if he would survive. Until one day, almost without notifying, clung to the wall and other branches that surprised me. His tenders are tangled, in the cracks of the wall, in any gyment they would find. It was as if the plant I taught that even the apparently weak can challenge your destiny. The flowers came later: clusters of cerosar, red and white corollas as usas, which hung with a fragile elegance. They attracted bees, curious neighbors, and me, that I had been contemplating while the light of sunset passed them out. The wax flower became a ritual: pruning her, see her reborn in spring, discover that even after long days their outbreaks were still green under the radiant sun, rain and serene of the nights.
Hola amigos hoy quiero compartir una bella flor que adorna mi casa en mi pais la conocemos como la flor de cera es asociada con el amor, la atracción.La planta hoya llamada científicamente, también tiene características unicas, es una planta epífita tipo suculenta que retienen agua en sus carnosas hojas. Las plantas epífitas en su hábitat natural crecen trepando en los árboles y colgando de ellos,cerca de una ventana orientada al este o al oeste donde reciba luz filtrada. Amigos esta planta la cultive en mi jardin hace mucho tiempo quiero contarle que me regalaron una ramo muy pequeña y antes no sabia que era trepadora . Al principio, creció lenta, Yo, inexperta, la vigilaba cada mañana, preguntándome si sobreviviría. Hasta que un día, casi sin avisar, se aferró a la pared y a otras ramas que me sorprendió. Sus zarcillos se enredaron, en las grietas de la pared, en cualquier resquicio que encontraran. Era como si la planta me enseñara que incluso lo aparentemente débil puede desafiar su destino.
Las flores llegaron después: racimos de corolas cerosas, rojas y blancas como brasas, que colgaban con una elegancia frágil. Atraían abejas, vecinos curiosos, y a mí, que me quedaba horas contemplando cómo la luz del atardecer las atravesaba. La flor de Cera se convirtió en un ritual: podarla , verla renacer en primavera, descubrir que incluso después largos días sus brotes seguían verdes bajo el radiante sol ,la lluvia y el sereno de las noches.