Ayer
Encontrarme sola —sin salida— La más profunda de mis heridas.
Observar tus ojos —mirada fugaz— Saber que no te volvería a encontrar.
Decir "Adiós" y marchar; despiadada despedida, se disuelve mi vida.
Hoy
Despertar —ver que no estas— Y no volverás. Transitar la vida, —sin tu compañía—
Vivir en tu olvido... ¿Existe acaso mayor castigo?
Látigo de tu indiferencia; ley del hielo que me congela. Me condena a tu ausencia, confinada estoy a esta celda.
La celda de tu castigo,
donde no llega el sol;
y se agita mi respiración,
ni siento el calor de tu abrigo.
Devuélveme la libertad, que te robaste aquel día. El día que me dejaste de amar, y no quisiste a mi retornar.
Sola, despojada, confinada.