La siguiente imagen los redireccionará a la famosa bagatela para Elisa de Beethoven.

Tócame una sonata, componme una bagatela.
Acariciame con tu poesía, aunque yo no sea Elisa.
Inmortaliza al compás mi alegría, inmortaliza mis penurias; mis inseguridades, mi poesía y mis pesares.

Inmortaliza mi mirada, inmortaliza mis caricias.
Descubre en una nota mi enigma. La suspicacia de mi mirada, quede plasmada en tu partitura.

Y yo, aunque poco sepa de música, seré para ti, la musa de tus composiciones. La inspiración de tus pasiones; tú el numen que da vida a mis escritos.
Inmortalicemos juntos esa sonata de amor, ese verso repleto de pasión.

Bailemos al compás de la sinfonía. Hagamos una Oda a la alegría, que la vida de a poco se nos va, y solo de nosotros quedará, nuestro testimonio de amor; los recuerdos de nuestra entrega.
Los votos pronunciados ese octubre, cumplamos a tiempo y a destiempo. Sin rigurosidad y con brío avasallante, seamos por siempre eternos amantes.
Créditos de fotos: @soyjesusacosta