
Cuando el pequeño ballenero noruego tenía a la vista las Islas del archipiélago Georgia del Sur, Sir Ernest Henry Shackleton que en ese momento estaba mirando por el catalejos el imponente paisaje sub antártico, se dio cuenta que algo no iba bien en su corazón y no era por la emoción de lo que estaba viendo. Inmediatamente llamó a su segundo al mando y le pidió que lo acompañara a su camarote donde pocas horas después y pese a los esfuerzos del médico de abordo, fallecía.
De esa manera terminó la extraordinaria carrera como explorador e investigador científico especializado en la Antártida de este Irlandés de 47 años de edad, héroe británico al que el rey Eduardo VII distinguió con el título de Sir luego del regreso de su segundo viaje donde junto a tres subordinados logró llegar al punto más austral dentro del casquete polar antártico al que jamás otro ser humano había arribado hasta ese año de 1909, le faltaron solo 190 km. para tocar el Polo Sur.
Antes de esa hazaña había tenido otro viaje que debió abortar por problemas importantes con su salud, y luego de la Expedición Nimrod, como se llamó a esta última donde logró tal hazana, realizó otras dos expediciones más hasta encontrar su trágico final.
La expedición Quest tomó su nombre del ballenero con el cual realizó el viaje gracias a su mecenas John Q. Rowett, un rico empresario que financió gran parte del viaje, es por ello que también se la conoció como expedición Shackleton-Rowett.
Desde el comienzo de la travesía, todo fue de mal en peor ya que el barco demostró que no era idóneo para semejante viaje, no navegaba bien, consumía demasiado combustible y tenía innumerables problemas con su motor. En medio de la expedición, cuando debieron realizar una parada no programada en Brasil para efectuar reparaciones impostergables fueron informados del retiro del gobierno de Canadá quien aportaba otra parte importante de la financiación, de esa manera el plan original se cambió por una nueva exploración que el segundo al mando no pudo concluir debido a las grandes carencias de la nave.
Shacketon fue enterrado en la isla mayor de las Georgias del Sur y con su muerte se acabó la era de las expediciones heroicas a la Antártida donde los hombres se exponían a la rigurosidad del clima y de la bravura del mar sin contar con los elementos apropiados. Un verdadero héroe olvidado por muchos.

La fotografía me fue proporcionada por un querido amigo que tuvo la suerte de visitar esos parajes alejados de todo y quien además me contó gran parte de esta historia.
Héctor Gugliermo
@hosgug