This is my entry for the #Monomad Challenge, hosted by @monochromes and @brumest

(English)

City Ant

Hello dear Black and White community,

Street Documentary — Lima

Walking through the city means carrying its weight on your back: its noise, its rhythm, its rush. Between buses, avenues, markets, cold and crowded sidewalks, thousands of people hold the day together with sweat and silence. Work, traffic, exhaustion; the same story repeated in different corners.

In these difficult social, political, and emotional times, street photography allows me to capture what many ignore: lost gazes, disconnection, fatigue, but also the strength of those who keep moving forward.

Inspired by these anonymous faces, I leave this poem:

I am the city, its stone and skin.
Twelve hours a day I hold it with sweat;
when the sun falls, I wait for the bus
with a sad gaze, because the dream is always someone else’s.

I am the city, its stone, its skin,
and I fertilize the sidewalk with my life.
God is not on my corner,
nor is the law,
but I have my breath
and nothing can take it from me.

Just a city ant,
playing a game
I cannot win.

Sometimes that’s what we are: small pieces inside a massive system. But every gaze and every story deserves to be seen, heard, and never judged.

Thanks for being part of this ongoing #MonoMad Challenge adventure!

Hormiga de Ciudad

Documental Callejero — Lima

Caminar por la ciudad es cargar su peso sobre la espalda: su ruido, su ritmo, su prisa. Entre buses, avenidas, mercados, veredas frías y llenas, miles de personas sostienen el día con sudor y silencio. Trabajo, tráfico, agotamiento; la misma historia repetida en distintas esquinas.

En estos tiempos difíciles sociales, políticos, emocionales la fotografía de calle me permite capturar lo que muchos ignoran: miradas perdidas, desconexión, cansancio, pero también la fuerza de quienes siguen avanzando.

Inspirado en esos rostros anónimos, dejo este poema:

Soy de la ciudad, su piedra y su piel.
Doce horas al día las sostengo con sudor;
cuando cae el sol voy al paradero
con la mirada triste, porque el sueño es siempre ajeno.

Soy de la ciudad, su piedra, su piel,
y abono con mi vida la vereda.
Dios no está en mi esquina,
tampoco la ley,
pero tengo mi aliento
y no hay quien pueda con él.

Solo soy una hormiga de ciudad,
jugando un juego
que no puede ganar.

A veces somos eso: piezas pequeñas dentro de un sistema enorme. Pero cada mirada y cada historia merecen ser vistas, escuchadas y nunca juzgadas.

Gracias por pasar por aquí, por leer y por sentir.
Fuerza para quienes resisten día a día.

Paz y amor.

Buenas vibras para todos, siempre.

Gracias por acompañarme en esta aventura continua del #MonoMad Challenge

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