Hace mucho tiempo que no me tomaba un momento del tiempo para observar desde el lente de una cámara mis alrededores sobre todo el entorno donde trabajo donde siempre hay algo que admirar y a su vez disfrutar de las bellezas del océano. Aunque detrás de toda la belleza que nos regala la vista desde el muelle, existen hombre como yo que día a día nos dedicamos a que todo en nuestro entorno de trabajo funcione correctamente sobre todo, los barcos que tenemos a cargo. Es un trabajo agotador tanto físicamente como mentalmente y créeme, no es fácil. Solo imagínate estar bajo el sol durante horas y no solo estar tomando algo frío y refrescante, es trabajando, caminado mucho y como diría mi abuela, echando pico y pala ja ja ja... En fin, esta serie de fotos en blanco y negro que comparto hoy es una obra que sin duda describe que, aun sin colores, la vida tiene mucho que admirar. Pues podemos tener días grises, pesados y calurosos, pero en todo momento siempre hay algo que aprender en lo que nos pueda estar pasando, pues, no olvidemos que en cada día gris, existe una nueva enseñanza. Espero que disfruten de esta nueva sesión de foto que llamé, una bordada más.