We are tied to the land where we are born, grow, and die. But the concept of a homeland is an imagined reality, a fiction, a scam. It's an idea cooked up by intellectuals to legitimize power, first for kings, and later for presidents and dictators.
Yet, it's not all malicious. At its core, it's necessary to give a name and purpose to being born on a piece of land, where the environment shapes the culture and forges our character, identity, language, politics, history, and very existence.
Estamos intrínsecamente arraigados al lugar donde nacemos, crecemos y morimos. Sin embargo, la patria es una realidad imaginada, una invención, una farsa. Es un concepto ideado por intelectuales para legitimar el poder, primero de reyes y luego de presidentes y dictadores.
Pero no todo es perverso. En esencia, es necesario dar un nombre y una razón de ser al hecho de nacer en una tierra, donde el entorno moldea la cultura y forja el carácter, la idiosincrasia, el lenguaje, la política, la historia y la propia existencia.
The problem is that many live and die for a homeland propped up by power-hungry scammers who make deals behind the scenes and couldn't care less if millions of strangers slaughter each other. War calls for the defense of the homeland—that paradise seen only in propaganda, not on the streets.
Regimes, especially totalitarian and authoritarian ones, are built on myth.
"A patriot, an idiot," as the punk vocalist Evaristo would say.
El problema reside en que muchos mueren y viven por una patria sostenida por estafadores del poder, que negocian a la sombra y no les importa si millones de desconocidos se aniquilan entre sí. La guerra convoca a la defensa de la patria, ese paraíso que no se ve en las calles sino en la propaganda.
Los regímenes, especialmente los totalitarios y autoritarios, se sostienen a base del mito.
"Un patriota, un idiota", como diría Evaristo, el vocalista punk.
