Amigos, el poema que presento es mi participación en el [Primer Concurso Literario "Tinta Imaginaria”](https://ecency.com/hive-10053/@hivecuba/primer-concurso-literario-tinta-imaginaria--200-hives-en-premios-or-convocatoriaor). Un reto. Tengo veneración por la novela *El reino de este mundo*, de Alejo Carpentier. Amé desde la primera vez la fuerza de su personaje Mackandal. Mi poema le pertenece. ---  --- ## Bajo el maizal # Yo me convierto en mosquito. Yo zumbo, Como flor sobre el sueño. Soy campo verde; Millares de hojas crujiendo. Yo me convierto en luciérnaga. Yo floto en las noches espesas Como azogue de estrellas. Soy oído sigiloso. Soy tímpano callado. Parto el silencio de las piedras Y encuentro el eco del llanto. Viene el zorro. Viene el coco. Las plumas níveas de pronto hilo rojo de voz bajo la noche Se alborotaron, Desparramadas sobre el dolor. *Aquí hay tumbas*, Cantaron los niños desde el maizal… Los niños de tierra bajo las raíces Del maizal. Campo espigado Susurrante soledad cuajada de mazorcas Como bocas de viejos con sus dientes de oro Y sus barbas rojas, Desparramadas sobre el dulzor. Campo verde, verde, Soledad murmurante como el mar. *Aquí hay tumbas*, Cantaron sus bocas desde el maizal… *Aquí hay tumbas*, Cantaron los niños de tierra bajo las raíces del maizal. Esta noche los gallineros se alborotan. Viene el zorro Viene el coco Yo me convierto en culebra. Yo prendo mis ojos en candela Yo prendo alfileres en mi boca. Me arrastro, bajo las hojas del maizal. *Aquí abajo hay muertos*, Cantan los niños de tierra Murmurando con el maizal. Muertos viejos, Muertos viejitos, chochos, Sin memoria. Muertos sobre muertos. Soy la hormiga bala. Me sumerjo en el corazón de la tierra, Buscando el pulso de los huesos, El latido de la carne seca, La vena de la sangre de tierra bajo la tierra. Soy la ira Soy la hija Soy la brizna Soy la avispa Soy la arica Yo me convierto en mosquito Yo zumbo Como flor sobre el sueño Encendido. Yo me convierto en luciérnaga. Yo floto en las noches espesas Como azogue de lluvia de estrellas. Yo me convierto en culebra. Yo prendo mis ojos en candela Yo prendo alfileres de gritos en mi boca. Soy la hormiga bala. La buscadora, la envenenadora. Me sumerjo en el corazón de la tierra, Y duermo en mi lecho de huesos, Me arrullo con el latido de la carne seca, Sorbo la vena de la sangre de tierra bajo la tierra. Y espero.