SOY ABUELO.

Hay una persona que me quiere mucho, y me llama papá, aunque no lo soy, pero me ha tomado mucho aprecio. Hace poco le regalaron una perrita de raza pincher, a la cuál le puso por nombre Milú. Me dijo que yo ya era abuelo. Hace poco fuí a conocer a mi "nieta" y aproveché para tomarle algunas fotos.

Es toda una modelo. Aquí está posando con mi esposa. Pero la historia no termina así, pues cuando llegamos, nos contaron que cerca a su casa ellos encontraron una sorpresa. Fernando el esposo de Nelly (es ella quien me dice que soy el padre que nunca tuvo), me contó que terminando su trabajo, vió entre los matorrales algo que se movía, se preparó pensando que podía ser una serpiente, pero tremenda sorpresa se llevó, cuando vió que lo que salió fue un perrito Chihuahua. Estaba flaco, con sarna, tenía un ojo dañado; sin pensarlo dos veces, tomó al pequeñín y lo llevó a su casa y le pusieron Terry. Pensamos que podría hacerse perdido, sin embargo lo más probable es que lo hayan votado, pues en el sector donde ellos viven, las personas suelen dejar tirados los perritos; pobres, cuando los ven viejos, ciegos y enfermos sus dueños optan por votarlos, que lástima. Gracias a Dios, aquí encontró comida, cuidado y amor.