Soy Nohe Araque, tengo 43 años, vivo en Mérida y me encanta correr. Me hace mucha ilusión poder compartir parte de mis vivencias en esta linda comunidad a la que nos une una misma pasión. Comencé a correr en el año 2023 porque mi terapeuta me recomendó hacer actividad física. Desde el minuto uno sentí una conexión indescriptible y no he dejado de correr. Sin duda ha sido mi mejor ansiolítico y la manera de encontrarme en medio del caos o la oscuridad.
Hoy quiero compartir un objetivo que me tiene brincando de emoción. En 2026 correré mi primera media maratón y me encantaría bajar de 1 hora 50 minutos. La semana pasada comencé mi preparación específica.
Los lunes hago trabajo de fuerza. Solo puedo ir al gimnasio una vez por semana, así que aprovecho de trabajar tanto el tren inferior como el superior. Los martes corro de 40 a 50 minutos y los miércoles voy a la pista.
Ayer me levanté temprano, tomé mi taza de café con un desayuno ligero y salí a correr 1 hora 10 minutos (10.39 km con 350 metros de desnivel positivo). Los jueves corro en un circuito de cross country. El primer kilómetro es el más duro porque es una subida bastante inclinada. Luego el terreno varía con lugares semiplanos y repechos cortos.
De regreso a casa me esperaba mi gata Ami.
Luego de trabajar y almorzar hice una siesta. Este breve descanso es crucial para poder doblar los entrenamientos.
Por la tarde corrí 30 minutos más (4.47 km) y así completé mi planificación.
¿Por qué mi entrenador incluye terrenos quebrados en mi plan? Porque la ruta de la media maratón de San Sebastián (San Cristóbal) es dura. Hay muchos repechos, por eso es importante acostumbrar a los músculos para que el día de la carrera puedan responder de la mejor manera.
Me esperan semanas exigentes, pero estoy convencida de que cada entrenamiento valdrá la pena. Lo importante es disfrutar del proceso y recordar por qué correr me conecta siempre con la vida.
Les comparto una frase de Bill Dellinger:
"Las cosas buenas vienen a su tiempo, sobre todo en carreras de larga distancia".