Kinchu

Quédate quieto un momento, que no voy a sacar la cámara... ¡Oh, muy tarde! El flash ya te encontró, Michi.  Te llamas Kinchu, y eres el rey del desorden. Mamá y Papá acaban de montar la nueva cafetera y, como siempre, el embalaje no duró ni dos segundos en el suelo. Para ti, cualquier caja es un palacio. “¡Michi, no te metas ahí! Que eso va a la basura”, dice Papá desde la puerta del baño, pero sus palabras son puro viento. Tú ya estás adentro, como un marinero en su navío, explorando las profundidades de la caja de cartón. Esa mañana ha sido una locura. Hay ropa apilada, la silla del bebé en medio del pasillo, y hasta un cojín con ese estampado de colores que a todos les da dolor de cabeza. Pero a ti te da igual. Eres el punto fijo, el centro de este caos doméstico. Asomas la cabeza por el borde, mirando a la cámara con una expresión de "estoy muy ocupado, humano". Te encanta el olor a cartón nuevo y a telgopor, y el espacio justo para tus caderas regordetas. Es tu trono de cartón, y nadie te lo va a quitar. Solo esperas que no decidan sacar la basura pronto. Tienes mucho trabajo de vigilancia por hacer.

**Foto(s) tomada(s) con mi smartphone Samsung Galaxy S22 Ultra.**